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segunda-feira, 26 de dezembro de 2011

Pablo, ¿es antifeminista?

Por Aline Steuer
Pablo, ¿es antifeminista? Durante siglos sus cartas han sido usadas tanto para silenciar a las mujeres como para controlar su apariencia en las asambleas cristianas. Mucho de esta opresión se debe a la dimensión normativa atribuida a los escritos paulinos por las iglesias. Parte de ella es debida al hecho de no separarse lo que se encuentra en aquellas cartas comúnmente aceptadas como auténticas cartas paulinas, de las interpretaciones elaboradas por discípulos de Pablo en una fecha posterior, cuando la Iglesia enfrentaba ya situaciones diferentes.

Algunas tentativas recientes de reconquistar espacio para la mujer en las iglesias alegan que las opiniones de Pablo son el resultado de una adaptación a las limitaciones culturales de su tiempo. A medida que nosotras “avanzamos”, dicen ellas, en la conciencia de la dignidad de cada persona, los pasos que disminuyen la mujer tendrán que ser releídos dentro de esta nueva visión cultural. Tal solución se hace necesaria en relación a las cartas post-paulinas. Para la literatura auténticamente paulina, vamos a argumentar como alternativa que Pablo no fue antifeminista. Por lo contrario, su práctica y sus cartas sirven más para desafiar cualquier limitación del papel de la mujer que para confirmar la represión. La práctica de Pablo.

En primer lugar, ¿que sabemos de las “co-laboradoras” de Pablo y las otras mujeres con quien se asoció, y qué tipos de relaciones tuvo con ellas? Obviamente, hay muchas mujeres sin nombres, miembros de comunidades paulinas, que conocemos indirectamente. Pero Pablo incluye varias mujeres en los saludos de despedida con los que acostumbra concluir sus cartas. Y de estas mujeres podemos sacar algunas conclusiones.

De las 25 personas nombradas en Romanos 16, por ejemplo, ocho son mujeres. Febe (16,1.2) es presentada como hermana, diaconisa de la Iglesia de Cencrea y patrona de muchos, inclusive, hasta del mismo Pablo. Claramente, Febe es una mujer que ejerce un papel de liderazgo en la Iglesia de Cencrea y es reconocida como tal. Prisca y Áquila (en este orden en Rm 16,3-5ª) son “co-laboradores”: “co-laboradores” en la enseñanza de la Palabra (Hch 18,26) y en el trabajo (Hch 18,1-3). Prisca y Áquila arriesgaron sus vidas por Pablo. También acogieron la comunidad cristiana en Corinto y en Roma (Rm 16,5ª; 1Cor 16,19). Parece que eran cristianos antes de encontrarse con Pablo, y, por lo tanto su fe no dependía de él. María, Trifena y Pérside (Rm 16,6.12) son saludadas como mujeres que trabajaron incansablemente entre las comunidades cristianas. Andrónico y Junia (Rm 16,7) ya eran cristianos cuando Pablo los conoció. El los llama personas notables entre los apóstoles y también compañeros de prisión. Es posible que fuesen uno de los matrimonios misioneros que, como Pablo, viajaban de ciudad en ciudad anunciando la Palabra. De cualquier manera, ¡Pablo reconoce una mujer como apóstola! Tal vez Julia y Filólogo, y Nereo y su hermana (¿esposa?) también hayan pertenecido al grupo de misioneros itinerantes, y haya sido así como Pablo llegó a conocerlos.
Filipenses nos da noticia de dos mujeres, Evodia y Síntique, que trabajaron juntamente con Pablo, Clemente y otros en aquella Iglesia (Flp 4,2-3). Cloe, la mujer que informa a Pablo de las divisiones en la comunidad de Corinto, lidera su propia casa y tiene medios para mandar un grupo a ver a Pablo (1 Co 1,11).

Esas mujeres, juntamente con otras no nombradas, condujeron sus negocios, viajaron independientemente y pusieron sus casas a disposición para el uso de las comunidades. Ellas son reconocidas por Pablo como co-laboradoras, apóstola, diácona, como personas que se fatigaron por la causa de Cristo tal como lo hizo el mismo Pablo. Los saludos valorizan estas mujeres y de ninguna manera insinúan que ellas tengan menos valor que los hombres que también son saludados y también son “co-laboradores” de Pablo. ¿Cómo se explica, entonces, que Pablo adquirió tanta fama de antifeminista?

Pablo y Sus cartas
Como mencionamos encima, las cartas escritas por los discípulos de Pablo en nombre de él contienen restricciones a las mujeres. Aparentemente, el aumento del número de cristianos en las últimas décadas del siglo I hizo que la atención se dirigiese para ellos en las ciudades. Como resultado, se sintió la necesidad de reglamentar la conducta de las mujeres, juntamente con la de los matrimonios, y de esclavos y maestros para que quedase más de acuerdo con la cultura dominante y patriarcal. Nuestra sospecha es que tal necesidad fue sentida ¡más por los “patriarcas” que por las mujeres o por los esclavos!

Pero estos discípulos de Pablo, sean de la primera o de la segunda generación, tenían que fundamentar sus enseñanzas en algunos escritos paulinos. De sus cartas auténticas, en 1 Co y en Gal es donde Pablo se refiere específicamente a mujeres, si exceptuamos los saludos o algunas analagías con el Antiguo Testamento. En Gal, Pablo utiliza una fórmula de Bautismo para afirmar: “No hay judío ni griego, ni hay esclavo ni libre, no hay hombre ni mujer; pues todos sois una cosa sola en Cristo Jesús “(Gl 3,28). Por el Bautismo, por tanto, diferencias ante Dios o la comunidad desaparecen. Ni raza, ni origen social, ni sexo determinan derechos dentro de la comunidad cristiana. Dada esta posición de igualdad de la mujer al hombre en Gal, solamente nos queda investigar la 1ª Co.
Al analizar esta carta para juzgar si Pablo es culpable o no de las acusaciones de antifeminismo, vamos a plantear cuatro cuestiones: 1) ¿Los temas de la carta y la manera como son tratados combinan con una actitud patriarcal para con los mujeres? 2) ¿El estilo literario de la carta ayuda a iluminar la interpretación de Pablo? 3) ¿El pensamiento de Pablo sobre la mujer en el matrimonio es patriarcal o no? 4) ¿Es posible re-examinar, re-traducir y re-interpretar los dos textos en los cuales Pablo aparentemente rebaja o intenta controlar el comportamiento de las mujeres?

Los temas de 1ª Corintios y el Papel de la Mujer
Al comienzo de la carta, Pablo expone con total claridad que la sabiduría de Dios (la locura de la cruz) echa por tierra las falsas sabidurías del mundo. Dios escogió justamente la locura y la debilidad de este mundo para confundir lo que es sabio y fuerte; lo que en la óptica del mundo es despreciable, para que todos y todas puedan gloriarse únicamente en Jesús crucificado. Y continúa por toda la carta anunciando un giro copernicano de los patrones de la sociedad. El desafía a aquellos que se gloriaban de su ciencia, de su poder, o de su posición social de su familia (1,26). Por lo contrario, dice él, la manera de Dios es escoger a los locos, los débiles, los de origen común, los que son considerados sin valor, para confundir a aquellos que piensan que son importantes (1,27-28). Incluso el ser bautizado por un misionero importante o ser discípulo de algún cristiano famoso no da supremacía sobre nadie (1,8-16). Cualquier progreso que los corintios hayan logrado es don de Dios, y, por lo tanto, no tienen ellos ninguna razón para vanagloriarse (4,6-7). Pablo va contra toda expectativa de la cultura griega de exposiciones elocuentes y enfatiza que él es un trabajador artesanal, papel despreciado por los griegos libres como algo propio de esclavos (4,2; 9,4-15).

Pablo contesta también algunas prácticas cotidianas de las personas importantes en las sociedades griegas. Participar de las comidas donde se podía servir carne sacrificada a los ídolos es algo que sucedía en acontecimientos como funerales, matrimonios o celebraciones civiles, que involucraban ciudadanos importantes. Son ocasiones para los poderosos, ricos o nobles encontrarse para obtener beneficios mutuos o para exhibirse. Los mismos motivos animaban los banquetes ofrecidos en las casas de los ricos o poderosos, donde las comidas diferenciadas eran servidas conforme la posición social o la importancia del invitado. Pablo condena a los poderosos que no se preocupan con la conciencia de los otros en el caso de las carnes (10,14-35). Dentro de la comunidad de Corinto, la práctica de servir comidas diferenciadas provoca una declaración de que la eucaristía está siendo anulada porque las diferencias sociales no son resueltas en la comunidad y la celebración deja a unos hambrientos y a otros hartos (10,15-17; 11,17-34) Incluso los dones del Espíritu aparentemente fueron ocasión para la comunidad valorizar a algunos miembros más que a otros. En su respuesta, Pablo utiliza el cuerpo humano como metáfora para decir con claridad que son justamente los miembros menos valorizados que deben recibir mayor honra (12,12-26).

Hasta aquí hemos visto que, en los temas de toda la carta, Pablo constantemente va contra los valores de la sociedad. Enfatiza que la comunidad, que está compuesta de hombre y mujeres, de libres, libertos y esclavos, de ricos y pobres, debe ser de hecho en Cristo. Las cuestiones que dividen la comunidad son una amenaza para tal unión. ¿Cómo, entonces, podemos decir que él rebaja o silencia las mujeres debido a presiones sociales? ¿Será posible afirmar que Pablo es coherente cuando corrige a los corintios por honrar a los poderosos y despreciar a los débiles, si al mismo tiempo él rebaja a las mujeres para no ir contra las costumbres sociales?

El estilo de la carta

Es obvio que 1ª Co está organizada en torno a una serie de cuestiones planteadas por la comunidad o por noticias que Pablo había recibido. El toma estos asuntos y los reinterpreta, rechaza, desafía o alarga en un estilo retórico conocido como diatriba. En algunos versos de la carta, las cuestiones y los lemas de la comunidad son evidentes: 1,11; 5,17; 7,1ª. En otros momentos, las interpretaciones varían cuanto al origen del pensamiento: ¿es de Pablo o de los corintios? Ejemplos: 6,12; 7,1b. Si analizamos la carta en un esfuerzo por descubrir otros posibles pasos en que Pablo se esté refiriendo a alguna cuestión planteada por la comunidad o esté citando una postura para después refutarla, el aspecto retórico de la carta queda más evidente. Esta manera de leer la carta clarifica algunos argumentos de Pablo y, como veremos más abajo, da un nuevo enfoque a las afirmaciones aparentemente antifeministas de él. Tres de estas refutaciones de diatribas, 7,1b; 11,2; y 14,33b-35, tocan directamente esta cuestión.


Posibles indicaciones de Estilo de Diatriba en 1ª Corintios
Adversarios: Pablo:
1,12 Cada uno de vosotros dice: yo soy... 1,13 ¿Cristo estaría dividido?
2,15-16 El hombre espiritual, por el contrario, juzga todo y no es juzgado por nadie. 3,1 Cuanto a mi, hermanos, no os pude hablar como a hombres espirituales
5,1 Es general oír decir que entre vosotros existe lujuria 5,2 Y vosotros estáis llenos de orgullo
6,1 Cuando alguno de vosotros tiene una riña con otro, ¿cómo se atreve a llevarla a los injustos para ser juzgada? 6,2 Entonces, ¿no sabéis que los santos juzgarán el mundo?
6,12a Todo me está permitido 6,12b Pero no todo conviene
12c Todo me está permitido 12d Pero no me dejaré esclavizar por nada
13a Los alimentos son para el vientre y el vientre para los alimentos, y Dios destruirá aquellos y éste. 13b Pero el cuerpo no es para la fornicación y, sin, para el Señor y el Señor para el cuerpo
18 a Todo pecado que el hombre comenta es exterior a su cuerpo 18b Aquel, sin embargo, que se entrega a la fornicación peca contra su propio cuerpo
7,1 Pasemos a los puntos sobre los cuales me escribisteis: “Es bueno al hombre no tocar mujer” 7,2 Sin embargo, para evitar la fornicación, tenga cada hombre su mujer y cada mujer su marido.

7,25 (¿cuestión planteada?) 7,25 A propósito de las personas vírgenes (novias), no tengo precepto del Señor.
8,1 En lo referente a las carnes sacrificadas a los ídolos, es innegable que tenemos ciencia exacta 8,1b Pero la ciencia exacta hincha
4-6 Sabemos que un ídolo nada es en el mundo 6-7 Pero no todos tienen esta ciencia exacta
8 No son los alimentos que nos aproximan de Dios; si dejamos de comer, nada perdemos. 9 Tened cuidado, sin embargo, para que vuestra libertad no se vuelva ocasión de caída para los débiles
10,23 a Todo está permitido
23c Todo está permitido 10,23b Pero no todo conviene
23 d Pero no todo edifica
11,2 (Vosotros decía que) yo os alabo por acordaros de mi
11,3 Quiero, sin embargo, que sepáis
11,17 Noticias de la eucaristía 11,17 Dicho esto, no puedo alabaros
12,1 (Una cuestión sobre los dones espirituales? 12,1 A propósito de los dones del Espíritu, hermanos, no quiero que estéis en la ignorancia.
31 a (¿Están aspirando a los dones más altos?) 31b Puedo indicaros un camino que sobrepasa a todos
14,33b-35 Como sucede en todas las iglesias, las mujeres estén calladas en las asambleas 14,37 ¿Por ventura la palabra de Dios tiene su punto de partida en vosotros?¿O fuisteis vosotros los únicos que la recibisteis?
15,12b ¿Cómo pueden algunos de entre vosotros decir que no hay resurrección de entre los muertos? 15,12 a Si se anuncia que Cristo resucitó de entre los muertos
15,35 Pero, dirá alguien, ¿cómo resucitan los muertos? ¿con qué cuerpo vuelven? 15,36 ¡Insensatos! Lo que siembras no adquiere vida a no ser que muera

La mujer y el Matrimonio
En el capítulo 7, Pablo hace una afirmación chocante a respecto de la igualdad entre mujer y hombre. Dentro del hogar, en el área sexual, el hombre no es superior a la mujer. Cada uno y cada una tienen derechos recíprocos sobre el cuerpo del otro, de la otra. También afirma que las viudas tienen derecho a decidir si quieren casarse nuevamente o permanecer viudas, a pesar de su propia preferencia (11,40). Queda claro en el texto que las mujeres pudieron volverse cristianas sin consentimiento de sus maridos, aunque la costumbre fuera venerar los dioses del hogar del esposo. La mujer cuyo marido no es cristiano será la santificación de él. Si éste no quiere continuar con ella, sin embargo, la mujer queda libre.
La postura de Pablo está lejos del pensamiento patriarcal común de la época. No solamente dentro de la asamblea deberá haber igualdad, sino dentro de la familia también. A la luz de esta lectura vemos que la frase: “es bueno para el hombre no tocar mujer” es una afirmación que solamente podría haberse originado entre hombres que se juzgan por encima de todo que sea material o corporal, y también por encima de las mujeres. La respuesta de Pablo en 7,2ss es una cortada realista a una posición irreal; al mismo tiempo que declara la igualdad de las mujeres.

Pablo y la apariencia personal en las Asambleas Litúrgicas
Este texto comienza con una aparente alabanza de los corintios por haberse acordado de Pablo y por haber guardado las tradiciones (11,2). ¿Qué tradiciones son esas? Pues Pablo está continuamente llamando la atención de la comunidad a causa de aquello que está interpretando de manera equivocada. ¿Será que 11,2 es una cuestión retórica? ¿O una afirmación de los propios corintios que se gloriaban de haber seguido la enseñanza de Pablo? En el versículo 11,16 Pablo va a incluir su argumento diciendo que “no tenemos esta costumbre, ni tampoco las iglesias de Dios”. Esta costumbre es aquella que los corintios están usando y que no está de acuerdo con las tradiciones de Pablo. ¿Cuál sería esa costumbre que lleva a Pablo a gastar tanta argumentación, casi igual al espacio que dedica a la Cena del Señor?

En nuestras biblias, el texto de 11,2-16 lleva el título de “El Velo de las Mujeres”. Lo que es extraño en este título es que el texto habla tanto de hombres cuanto de mujeres, y utiliza solamente una vez, en el v. 15, una palabra que puede ser traducida por “velo”. Ahora bien, exactamente en este versículo Pablo dice que a las mujeres les fueron dados cabellos largos como substituto de algo con que cubrir la cabeza (velo). En la mayoría de las interpretaciones, hechas por hombres para mujeres, el texto fue leído para apoyar el control sobre éstas, en cuanto cualquier referencia a los hombres en el texto fue ignorada. Parece que tales interpretaciones dieron base para los discípulos de Pablo desarrollar fuertes directrices que limitaban las actividades de las mujeres usando al propio Pablo como justificación.

Proponemos una lectura diferente aquí, teniendo en cuenta dos preguntas: ¿por qué Pablo dio tanta atención a este asunto? ¿Por qué la argumentación contiene tantas referencias a la historia de la creación, si la cuestión debe ser resuelta como algo cultural? Al abordar esas cuestiones, enfrentamos varios desafíos referentes a la traducción de las palabras del texto, como veremos.

Algo que parece evidente es que la clave para entender lo que se dice sobre la apariencia de hombres y de mujeres en las asambleas en los vv. 4 y 5 – y, por tanto, clave para todo el texto – se encuentra en los vv. 14 y 15. El versículo 4 dice que los hombres no pueden tener kata kefales, algo colgado, de sus cabezas. El versículo 14 explica que lo que no puede colgarse de las cabezas masculinas no es el velo, como kata kefales es traducido normalmente, sino cabellos largos. ¿Por qué? Porque los cabellos largos no fueron dados a ellos por la naturaleza, y, por tanto, usar cabellos largos deshonra al hombre. El v. 4 añade que, además de esto, los cabellos largos en el hombre deshonran su origen. Según la misma lógica, lo que las mujeres tienen que tener cubriendo sus cabezas son cabellos largos, que son su gloria y que fueron dados a ellas por la naturaleza para sustituir anti peribolaiou, un velo (v.14-15). Cubrir tal don sería actuar contra la naturaleza. Lo que los vv.5-6 añaden a la idea de cabellos largos es que esos tienen que ser peinados precisamente como una cobertura de la cabeza, y no usados sueltos. Así, la afirmación de los vv. 5-6 de que, si la mujer no usa los cabellos como una cobertura de la cabeza, ella bien podría rasparla, tiene sentido.

La argumentación de Pablo para mantener esta posición se basa en el orden de la creación, que hace referencias en los versículos 3, 7-8, 9 y 14. Kefale, en el v. 3, es traducido normalmente por “cabeza”, permitiendo así una lectura subordinacionista del texto. Pero kefale también tiene el sentido análogo de “origen” o “fuente”, y parece que Pablo juega con estos dos sentidos a lo largo del texto. Usando el sentido “origen”, en el v.3 se lee: “Quiero, sin embargo, que sepáis que el origen de todo hombre es Cristo, el origen de la mujer es el hombre, y el origen de Cristo es Dios”. Este versículo, entonces es una referencia clara a la creación, el único momento en que el origen de la mujer es el hombre. Pablo retoma esta misma referencia en los vv. 7-9 para dar énfasis al hecho de que el hombre no debe cubrir la cabeza, es decir, usar cabellera larga. Aquí la mujer es vista como siendo la gloria del hombre, como el hombre es la imagen de Dios, cada uno criado distintamente. El texto no dice que la mujer no fue también creada a la imagen de Dios. Pablo está tentando llamar la atención para las diferencias naturales que existen desde el inicio y que no deben ser ofuscadas.

Después de insistir que la mujer y el hombre tienen apariencia diferente desde su creación, él toma la nueva creación. En esta nueva creación, la mujer tiene el derecho de participar plenamente en las asambleas, orando y profetizando. Ahí aparece un versículo difícil por la construcción y por la referencia a los ángeles.

¿Cómo podemos leer el v. 10 relacionándolo a la nueva creación?
A partir de la construcción: frecuentemente Pablo usa el vocablo dia touto para referirse a lo que sigue y no a lo que precede. Así, “por causa de esto” apunta para el final del v. 10, y no para la historia de la creación que está en los vv. 7-9. No es por causa de la creación que la mujer debe tener autoridad, poder o control sobre su cabeza (exousian, que está traducido como “dependencia” en nuestras biblias, nunca tiene este sentido y tampoco Pablo lo usa así).

A partir de la referencia a los ángeles: ¿qué tienen ellos que ver con la autoridad de las mujeres en la nueva creación? Entre las decenas de interpretaciones de esta cuestión, parece que la que más conviene al pensamiento de Pablo es que el don de la profecía es mediado por los ángeles. Pablo reconoce que el Espíritu ha dado este don a las mujeres. Justamente en la nueva creación, entonces, las mujeres deben tener control o poder sobre sus propias cabezas al ejercer la profecía o la oración. Plen, en el v. 11, tiene el sentido: este es precisamente mi punto. Pablo continúa: “en Cristo no hay diferencia entre hombre y mujer”. Xoris, en este versículo, no quiere decir “inseparable”, sino “distinto de” o “diferente de”. Pablo está diciendo repetidamente que la mujer puede orar y profetizar igualmente como los hombres, porque en Cristo no hay una persona que controla a la otra. En la nueva creación, en Cristo, “no hay ni hombre ni mujer”. Pero la distinción física, que en las asambleas es visible a través de los cabellos, tiene que ser mantenida. Pablo termina su argumento refiriéndose a la práctica común: “No tenemos esta costumbre, ni tampoco las iglesias de Dios” (11,16). ¿Cuál es la práctica a la cual se refiere sino aquella de los hombres usar cabellos largos y las mujeres usar cabellos sueltos?

¿Qué situación en Corinto podría haber provocado esta llamada de atención a algo que nosotros juzgaríamos un asunto de poca importancia? ¿Por qué Pablo habla de apariencia al tratar de problemas serios que están perturbando las asambleas? Parece que “vivir a la corintiana” era lo que hoy podríamos llamar de “vida bohemia”, o peor. Pederastia y otras formas de homosexualismo por parte de los hombres eran comunes en la ciudad, haciendo parte de las actividades normales de los frecuentadores de banquetes, por ejemplo. Esto sería suficiente para Pablo exigir que los hombres aparezcan como hombres, evitando el uso de cabellos largos. Esta preocupación parece volver en 6,9, donde Pablo ya planteó la cuestión de homosexualismo. Por parte de las mujeres, usar los cabellos sueltos era común en los cultos de misterio, como en el culto a Isis, figurando entre los pasos para el éxtasis deseado en la comunicación con lo divino. Por esta razón, las mujeres no deben usar cabellos sueltos. La comunidad debe tomar cuidado para que la apariencia de sus miembros no de a los extraños que pueden entrar durante las celebraciones la impresión de que están en medio de una confusión de gente loca (cf. 14,23) o descarada. Por lo contrario, dice Pablo al final de toda esta sección: “sino que todo se haga con decoro y con orden” (14,40).

¿Las mujeres pueden hablar en las Asambleas?
A pesar de la aceptación y reconocimiento por parte de Pablo de que las mujeres oren y profeticen en la asamblea (11,5) y de su exhortación en 14,1: “Aspirad a los dones del Espíritu, principalmente a la profecía”, los versículos 14,33b-35 han sido usados en las iglesias para silenciar a las mujeres. Para resolver esta cuestión, algunos comentaristas afirman que son una interpolación, no procedente de la mano de Pablo. Pero esto no parece resolver el problema. Más arriba sugerimos que estos versículos son una cita de un grupo de Corinto que quiere controlar a las mujeres, y que la refutación de Pablo la tenemos en los vv. 36-37. Además del estilo de diatriba de la carta indicar esta posibilidad, ¿hay otra evidencia en el texto que apoye esta interpretación?

La clave de la respuesta está en el v. 36. Pablo plantea dos cuestiones retóricas, cada una de las cuales es introducida por la partícula e. Un estudio de esta partícula en gramáticas y diccionarios indica que sirve como conjunción negativa, esto es, que es una refutación o negación de aquello que la precede. El hecho de el v. 36 repetir esa conjunción dos veces aumenta el tono emocional de negación. Además de esa conjunción negativa, el v. 36 emplea la forma masculina al plural monous en la frase: “¿O fuisteis vosotros los únicos (monous) que la recibisteis?”. Ahora bien, si Pablo concordase que las mujeres deben quedar calladas, él debería dirigirse a ellas, utilizando aquí la forma femenina, no la masculina.

Siguiendo estas observaciones y la exposición de encima sobre el estilo de las diatribas de la carta, podemos afirmar que Pablo está citando a los corintios. Ellos dicen: “estén calladas las mujeres en las asambleas, pues no les está permitido tomar la palabra” (v. 34). Pablo responde: “Por ventura (¡pero de qué vais!) la palabra de Dios tiene su punto de partida en vosotros (hombres)? ¿Por ventura (¡pero de qué vais!) fuisteis vosotros hombres, los únicos que la recibisteis?” (v. 36). Tal respuesta, leída de esta manera, está mucho más de acuerdo con lo que Pablo afirma en 11,5 y sigue de cerca la forma de toda la carta. Precisamente, fueron misioneras como Febe, Prisca y Áquila que trajeron, juntamente con Pablo, la Palabra a Corinto. Si las mujeres fueron involucradas en el trabajo misionero, participando juntamente con Pablo como “co-laboradoras”, hospedando iglesias y cumpliendo diaconías, ¿cómo es posible entender que aquí Pablo las esté mandando callar? Finalmente, el texto acaba con Pablo animando a los corintios a desear la profecía y a no prohibir el hablar en lenguas (14,39).

Nuestra conclusión es que es seguro leer los vv. 33b-35 como la posición de algunos miembros de la comunidad de Corinto (predominantemente los hombres, pero posiblemente algunas mujeres con la misma visión) que quieren imponer la superioridad de los hombres dentro de la asamblea. La respuesta de Pablo, coherente con su práctica y con el resto de sus escritos, es que ese modo de pensar es más un ejemplo de aquellos que, creyéndose los poderosos, los sabios y los importantes, quieren hacer callar y rebajar a quien ellos juzgan ser los débiles o despreciables. Pablo se opone enérgicamente a tal propuesta.

Conclusión
Pablo se asoció con mujeres, viéndolas como iguales, como colaboradoras, misioneras, apóstolas. Él no les ordena hacer esto o aquello, sino aparentemente las acepta como llamadas por Cristo como él. El sentido de igualdad que aparece en 1ª Cor sirve para dar un giro a varios tipos de iconoclasmos culturales. Respecto a las mujeres, esto conlleva participación plena en las comunidades cristianas, dado que en Cristo son hermanas de igual valor a los hermanos. Si hay algo que distingue al cristiano son los dones del Espíritu. De éstos, la caridad, que es el mayor, debe ser deseada por todos. De los otros dones, Pablo reconoce que los altos valores, como la profecía, el Espíritu se lo ha dado también a las mujeres.
Lejos de concordar con las restricciones encontradas en las cartas posteriores, la práctica y la enseñanza de Pablo las contradicen. Parece que el mismo Pablo exige un redescubrimiento y redefinición del papel de las mujeres en nuestras comunidades y estructuras eclesiales.

Bibliografía
***El artículo de Aline Steuer: “Pablo, ¿es antifeminista?”, apareció en AA. VV., Reflexos da Brisa Leve. A frei Carlos Mesters pela passagem de seu 60º aniversario, CEBI, Belo Horizonte, 1991, pp. 111-122.
CARREZ Maurice, «As Epístolas aos Coríntios», em CARREZ M., y otros. As Cartas de Paulo, Tiago e Judas, São Paulo, Paulinas, 1987, p.57-113.
FIORENZA Elizabeth S., In Memory of Her. New York, Crossroad, 1984.
FLANAGAN Neal & SNYDER Edwina, «Did Paul Put Women Down in 1 Cor 14:34-36?» Biblical Theological Bulletin, 11:10-12,1981.
HOEFELMANN Verter, «Corinto: Contradições e Conflitos de uma Comunidade Urbana», Estudos Bíblicos, 25: 21-33, 1990.
MEEKS Wayne, The First Urban Christians, New Haven, Yale, 1983.
MURPHY – O’CONNOR Jerome, 1Corinthians. Wilmington, Glazier, 1982.
ODELL-SCOTT Davi, «Let the Women Speak in the Church: an egalitarian Interpretation of 1 Cor 14,33b-36», Biblical Theological Bulletin, 13: 90-93, 1983.
SHOEMAKER Thomas, «Unveiling of Equality: 1Corinthians 11,2-16», Biblical Theological Bulletin, 17:60-63,1987.
Tradujo: Justino Martínez Pérez
justinofortaleza@gmail.com

quinta-feira, 8 de dezembro de 2011

UNA VEZ MÁS

Una vez más me invitas
a preparar los caminos, los nuevos y los de siempre,
por donde Tú vienes trayendo buenas noticias.
Gracias, Señor.


Porque cuentas conmigo
para allanar colinas y valles
y para desterrar mentiras y opresiones...
Gracias, Señor.

Porque te pones en la senda
por la que yo voy caminando
para que te encuentre...
Gracias, Señor.

Porque entras en mi casa
y quieres hacer de ella una morada nueva
para todos los que caminan y se acercan...
Gracias, Señor.

Porque puedo proclamar,
después de haber sentido y vivido tu toque de gracia,
que el bautismo con Espíritu Santo nos recrea.
Gracias, Señor

Una vez más me invitas
a adentrarme en el desierto para hacerme persona nueva
acogiendo a tus mensajeros y tu evangelio.
Gracias, Señor.

Tú me has encontrado,
y ese toque tan tuyo me está transformando.
La vida ya germina dentro de mí.
Gracias, Señor.

Florentino Ulibarri

terça-feira, 8 de novembro de 2011

DAR RAZON DE LA ESPERANZA QUE NOS ANIMA: 1 Pd 3,15

En memoria agradecida a Carlos Mesters en su 80 aniversario, “maestro” tan genial como sencillo, tan evangélico como profético.

Era el fin de semana del Domund 2006, en el contexto del quinto centenario de Francisco Javier, Testigo y Profeta, y tuvimos algunas conversaciones1 sobre algunas cosas que quiero compartir haciendo memoria agradecida a Carlos Mesters2. No sé por qué ni cómo empecé a hacer memoria de un itinerario, siguiendo los pasos de un gran maestro de la animación bíblica, Carlos Mesters , al que una señora brasileña, María, de Itapuranga (Goiás) en un encuentro Intereclesial de Comunidades de Base3, al verle le saludó de manera graciosa identificando su apellido como si fuera un nombre y se lo tradujo directamente: “O sea, que usted es ese que llaman ¿‘Maestro’? Parece una flor crecida a la sombra: alto, delgado y pálido”. Sé que alguno de sus libros los conocéis y hasta me consta que los habéis leído y trabajado en grupo. Evoco algunas cosas que han pasado por mi cabeza y dejo volar mi imaginación mientras hago memoria de tantos encuentros celebrados a lo largo y ancho de ese inmenso Brasil donde tan bien ha arraigado la Palabra de Dios en medio de la gente sencilla. Quiero haceros partícipes de estas cuatro ideas que me vinieron de golpe y porrazo por si sirven para algo.

“EN CONSTRUCCIÓN”, “EN OBRAS”, “DISCULPEN LAS MOLESTIAS”.
Al empezar a escribir estos renglones me vienen a la memoria algunas páginas Web que al entrar te sorprenden con uno de estos anuncios: “Estamos en obras” y luego, las autoridades públicas por el bien de la gente pone en las calles cortadas para arreglarlas: “Disculpen las molestias”. Así que como os digo, me han venido de sopetón y las he puesto en ristre una tras otra, sin más pretensión que la de compartir un rato con vosotros que tan atareados y preocupados estáis por hacer llegar la Palabra de Dios al corazón del mundo que nos toca vivir. Permitidme que evoque y haga memoria, sin pretender decirlo todo, de algunas cosas que he ido descubriendo en los libros de Carlos Mesters, escritos para todos los públicos, especialmente para los más sencillos, otros escritos a cuatro manos, es decir, en colaboración con otras personas o en equipo. Me pongo a enumerar algunas de esas características que podéis también vosotros descubrir o quizás algunas más que a mi se me han pasado.

LA METODOLOGÍA.


He ido observando desde hace algunas décadas que este autor hace mucho hincapié en la metodología, es decir, en el camino, en los cauces para hacer que la Palabra llegue a su destino. Algo así como el labrador recoge la tierra para que el agua que viene por los canales llegue a la huerta, la riegue y la haga fructificar, así también Carlos Mesters va ofreciendo pequeños pasos metodológicos, siempre cuidados con cariño especial para que los destinatarios encuentren las pistas del tesoro y se alegren por el camino recorrido y los hallazgos alcanzados.

• Los títulos y los subtítulos “bíblicos”
Si tenéis un poco de tiempo basta que os detengáis en un libro que conozcáis de este Autor y veréis que os sorprenderán los títulos y los subtítulos. Haced la prueba con dos o tres capítulos seguidos… Títulos bíblicos, sobre todo, litúrgicos otros, pero siempre con lenguaje expresivo, vivo e interpelador: tan añejo como el vino, y tan nuevo como su poder, vigor y alegría.

• Las claves de lectura.
En cada libro o folleto que escribe Carlos siempre tiene cuidado especial en mostrar algunas claves fundamentales de lectura para que el lector o lectora se sitúe, encuentre las pistas básicas para recorrer el camino con seguridad y éxito. Uno no sale lo mismo que entró, después de hacer un recorrido por cualquier paisaje por el que nos condujo su mano experta.

• Estribillos.
Una de las cosas que siempre ha cuidado Carlos es el sentido profundo de la Palabra para que llegue al corazón de las personas y de las comunidades, especialmente cuando se encuentran con el Señor que invocan y aman. Parece encontrarse algo que vemos al comienzo del Apocalipsis (Ap 1, 1-8), un libro que Mesters tan bien conoce y que ha puesto al alcance de miles de comunidades cristianas de toda América Latina y de otros continentes. Pues, lo que os decía, que Carlos Mesters suele usar una serie de frases bíblicas, especie de “mantras” si se me permite la expresión, de jaculatorias, o darle el nombre que queráis, el nombre es lo de menos, para hacer llegar la Palabra a lo más profundo del corazón y para que anide allí con toda su fuerza. Muchos de esos estribillos breves, sencillos, fáciles de recordar con el corazón encendido, son tomados de los Salmos o de Cantos que hacen vibrar a las comunidades. A través de estos estribillos clave anima la lucha, renueva la experiencia, subraya acentos o focos específicos, muestra un itinerario espiritual, renueva el lenguaje, etc.

• Antiguo y Nuevo Testamento: vasos comunicantes.
Otro elemento en que Mesters suele hacer hincapié y lo muestra más con los hechos que con argumentos, aunque éstos si son necesarios lo pone en primera fila, es la permanente relación del Antiguo y del Nuevo Testamento, diciendo que nadie explica mejor la Biblia que la Biblia misma y que ella se va explicando de una punta a la otra, por lo cual tenemos que recorrer todo el camino de punta a punta, trenzada esa cuerda con la otra cuerda esencial: la vida, y así constantemente pondrá de relieve esta interacción vitalizadora de VIDA-BIBLIA-VIDA. Se parte de la vida, se va a la Biblia para iluminar la vida y se regresa de nuevo a la vida con ojos nuevos, con corazón nuevo, con manos y pies nuevos, con personas y comunidades nuevas capaces de soñar un mundo nuevo, diferente, justo, fraterno.

• La novedad del Evangelio
No menos notorio es el hincapié que hace Carlos Mesters una y otra vez sobre la novedad real y radical que trae Jesús, su evangelio, su llamada, su misión, su opción por los pobres y la permanente vitalidad de la Palabra de Dios que da fruto ayer, hoy, mañana y siempre (Is 40,8).

• Relectura- actualización – contextualización
Quien se pone en camino con Mesters se verá sorprendido por la sencillez con la que va desgranando textos del Antiguo como del Nuevo Testamento, sin pretensión de erudición de impacto, al contrario, suele decir que no sabe nada, que no recuerda nada o casi nada y que envidia la memoria tan brillante de otras personas y que él da gracias a las libretas que le acompañan y le remozan su memoria. En ese pasearnos por la Biblia Mesters insiste una y otra vez que la Biblia explica la Biblia, que hace memoria de acontecimientos pasados para iluminar hechos nuevos. Que se hace relectura una y otra vez de experiencias donde Dios mostró su dedo poderoso para entender la nueva realidad que nos desafía constantemente y que ningún hecho pasado puede iluminar completamente, por lo que, como el profeta Isaías (40-55) tendremos que mirar hacia delante con ojos nuevos y con mirada sorpresiva para ver las maravillas que el Señor de la Historia va a realizar en el día de hoy, tan oscuro y desafiador, tan confuso y problemático, pero tan preñado de la presencia del Espíritu que nos acompaña desde la creación del mundo.

Carlos procura mostrar en cada página de la Escritura que toca que es siempre actual y puede darnos ojos nuevos para entender lo que vivimos aunque esto exija de nosotros una renovación continua y silenciosa, una pedagogía alternativa y unos caminos siempre inéditos para llegar allá donde brota la vida con toda su fuerza, donde el sufrimiento se hace más intenso o el clamor personal o del pueblo oprimido se hace casi insoportable (Ex 2,23-25).

Ir con Carlos Mesters4 es tener un buen compañero de camino pues sabe estar al lado y allá donde se cuecen las habas, te hace ver que caminamos en compañía del Señor por veredas nuevas y que es bonito sembrar semillas en los surcos que hay que roturar con sudor y lágrimas día tras día, sin poder vivir de rentas, fortalecidos, eso sí, con el alimento del Maná –Eucaristía que no se puede acumular, ni multiplicar para seguridades fáciles y eternas. Sí, el Señor lo da y se nos da cada día: “Yo estoy con vosotros cada día hasta el fin del mundo” (Mt 28,20, Hch 1,8). O como dice el Salmo: El Señor lo da a sus amigos mientras duermen, mientras duermen en paz, porque el Señor, y solo El, me hace, nos hace dormir y vivir tranquilos, pues solamente Él sabe darnos anchura y holgura en el aprieto: “¡En el aprieto me diste anchura! En el aprieto nos diste anchura: ¡Continúa dando anchura y horizonte, Señor, y quítanos las gafas oscuras de la ceguera y de la miopía, de los intereses creados, de los premios, aplausos, títulos y honores incluso aquellos que nos quieren dar por estar o haber estado con los pobres y los crucificados de la historia! Hicimos lo que teníamos que hacer (Lc 17,10), simplemente cumplimos con el Servicio y la Misión encomendados y el resto fue gracia y creatividad de la gente: caminar al lado de los pobres, subir y bajar laderas, sentarnos a su mesa, acompañarles en su marcha, luchas y tribulaciones, entrar en su mundo, compartir sus pequeñas-grandes alegrías, sorprendernos por su modo tan genial y original de compartir: total, radical, rozando tantas veces el milagro, y al mismo tiempo imperceptible para el ojo de quien no camina por sus sendas diariamente, porque “la canción”, como dice el viejo cancionero español, “sólo canto mi canción a quien conmigo va”.

Recibir premios, dejarse agasajar por anunciar el evangelio por los caminos del mundo, por los senderos de los últimos y excluidos, tiene poco que ver con el Evangelio… Hay que tener los ojos abiertos, pues hay regalos que son verdaderos “caballos de Troya”. A nosotros nos basta caminar como Jesús y andar por donde el pueblo va y viene diariamente. A nosotros nos toca viajar e ir, como dice el poeta y cantautor brasileño Milton Nascimento: “Todo artista ha de estar, allí donde el pueblo está”. Este es el mejor camino de evangelización, la mejor autopista de la Palabra. Como decía una catequista y animadora de la Comunidad de Santa Rita - Pau da Lima (Salvador – Brasil): “hay que ver por qué caminos se adentra la gente para construir su casa. Se ven forzados a ir a lo más lejos, a lo más alto o a lo más bajo, donde incluso serpiente se esconde por allí. Pero las comunidades tienen garra para llegar allí donde ni el asfalto ni la Coca-Cola han llegado aún, porque la Palabra de Dios es fuerza para caminar y crea en nosotros semillas de esperanza”. Y así, desde esta experiencia, se entiende porqué puso el nombre de “Semillita” al grupo de niños que correteaban por allí y que semanalmente se reúnen para escuchar, acoger y celebrar la Palabra de Jesús.

• Lectura de todo un libro
En América Latina se dio un salto significativo cuando se pasó de tratar temas a trabajar todo un libro o conjunto de libros. Así me parece recordar algo que leí de un gran biblista y amigo, Milton Schwantes5 , y que tiene más razón que una catedral. Carlos Mesters fue pionero en este trabajo, como en otros, junto con muchos otros, hombres y mujeres de tantas latitudes de dicho continente. Seguir paso a paso la lectura de un libro cada año. Que cada grupo o comunidad se involucre hasta las cejas en lo que está llevando a cabo en su área, región o ciudad puede cambiar la espiritualidad de todo un pueblo y ponerle en pie de misión. Así me lo dice la experiencia. Así lo he visto y experimentado en muchos encuentros que hemos tenido en estos años.

Avanzar paso a paso cada día en contenidos, metodología, coordinando y formando Animadores Bíblicos, ofreciendo dinámicas, estrategias, compartiendo sueños, alegrías, tristezas, esperanzas, “cantando a pesar de que es de noche, porque el alba va a llegar”, como dice Thiago de Mello, poeta brasileño. Sí, la aurora y la primavera van a llegar si sabemos mantener la esperanza y dar razón de la esperanza en los inviernos recios de la globalización que nos tocan vivir. Si sabemos recrear la fuente de la esperanza, la Palabra de Dios, manantial perenne de vitalidad, entonces tendremos garra y fuerza para enfrentar los conflictos que nos salen al paso, a pesar de las heridas que podamos encontrarnos por el camino. La Palabra de Dios cicatriza todas nuestras heridas y cura todas nuestras enfermedades (Salmo 103).

TENER FE EN LA GENTE
Hoy más que nunca, después de desilusiones y cansancios, es necesario creer y confiar en la gente, en el pueblo, en las comunidades, en los pobres, en aquellos que son nuestros compañeros y compañeras de camino, probados por la larga marcha, por el intenso trabajo de unas jornadas siempre desafiadoras con problemas y conflictos, con esperanzas que no se cumplen (Mt 20,1-16) o no se realizan como nos habíamos imaginado (Hch 1,6-7). Los evangelizadores, animadores bíblicos, catequistas o agentes de pastoral nos vemos muchas veces relegados a segundo o tercer plano, tan o tan poco valorizados como la gente con la que vivimos, y corremos la misma suerte de los grupos cuya causa asumimos. Hay ciertas cosas o personas que hoy día se vuelven insignificantes, casi invisibles o inexistentes a no ser para el tiempo de elecciones donde en un continente y en otro se dicen las mismas promesas. “Tú eres lo más importante”. Hoy, cuando a todos les falta tiempo, caminar al ritmo de la gente parece más necesario que nunca y, por otro lado, es urgente renunciar a aquel método de llegar a lo César: “llegué, vi y vencí”.

Una y cien veces se nos va a exigir caminar “descalzos” como Moisés en el camino nuevo de liberación, en un proyecto que sólo el Señor conoce y propone (Ex 3,1-16). Descalzarnos de tantas seguridades, sintiendo la tierra sagrada debajo de nuestros pies nos hace ponernos en misión con otra mirada, teniendo presente la misión que ayer como hoy el Señor nos confía como promesa de felicidad y que tiene la doble garantía de la fidelidad constante y sinfín del Señor de la Misión, y de nuestra fidelidad, a veces tan frágil, débil y temblorosa. Como decía don Ricardo Blanco, obispo auxiliar de Madrid – noviembre 1981-, “somos frágiles y débiles, palabras esdrújulas, pero tragaderas”. Cuando nos zarandean los vientos contrarios o las dificultades, solo una confianza viva en nosotros y en Aquel que nos llamó a la misión nos da arrojo para permanecer firmes y resistir contra viento y marea, aunque en algunos casos tengamos más bien la impresión de que tornados han pasado por nuestro jardín: ¡Tanto estrago parecía amenazarnos! Y luego, viendo que lo podemos contar, reconocemos que exageramos un poco y el tornado no pasó de un viento-contrario capaz de despeinarnos.

Contar con lo pequeño y los pequeños es, según el Evangelio, una metodología que nos acerca a lo imposible, casi al milagro, vamos, a construir sobre Roca y no sobre arena (Mt 7,21-27; Lc 6,46-49).

MIMAR UN PROYECTO DE LARGO ALCANCE
Es importante, como Animadores Bíblicos, tener ante nuestros ojos un Proyecto, una Causa – la Palabra Viva de Dios (Hb 4,12; Jn 1,1-18) – a la que dedicar todas nuestras energías y sueños y permanecer fieles en sus líneas generales, y al mismo tiempo, abiertos y flexibles a los avatares de cada día: enfermedad de nuestros hijos, accidente de un hermano, hipoteca que crece como la hierba, trabajo que disminuye, inmigrantes que nos visitan en cayuco y continuamente llaman a nuestra puerta como Aquel que se hace peregrino y también llama (Lc 24,13-35; Ap 3,20). Abiertos a los imprevistos diarios del actuar de Dios en la Historia ordinaria, y de manera extraordinaria si nuestra fe y esperanza saben captar su presencia discreta en medio de los acontecimientos.

• EnREDados
Sí, enREDados, en red, coordinando Equipos ágiles, actualizados, bien conjuntados y animados, sin grandes estructuras, las mínimas para “SERVIR” a las Comunidades, a los pueblos y sus culturas, y ser eternos “Aprendices de Evangelio y Servidores de la Palabra” (cf Lc 1,1-4), Testigos del Señor Resucitado por la fuerza y el impulso del Espíritu que nos hace pueblo-mesiánico-en-pie-de-misión (Hechos 2,16-33; Joel 3,1-5; Is 2,2) hasta los confines de la tierra, saltando todas las fronteras que separan y matan la vida.

• Hojas de ruta nuevas
Hoy no se puede ir a evangelizar, a proclamar la Buena Noticia de la Salvación con viejos mapas, es necesario llevar hojas nuevas de ruta, sino corremos el riesgo de perdernos en los inmensos nudos ferroviarios o en los nudos gigantescos de avenidas por donde la gente va a la velocidad de la luz. Si vamos con nuestro tronco-móvil acelerado y sin captar el ritmo y la sintonía de la gente corremos el riesgo de quedarnos solos tocando con una guitarra vieja y desafinada y luego, quizás, echándole la culpa a la gente que tiene mal oído, que no sabe de música y ni quiere escucharnos. ¿Tendremos el valor de orientarnos por los satélites que tenemos a nuestra disposición, por las rutas de Internet, sin tener miedo de embarrarnos los pies con los que han quedado al borde del camino? Estamos desafiados por dos extremos o dos polos tan distantes, pero no podemos olvidar o rechazar ninguno de los dos: son tan necesarios, complementarios e insustituibles… De lo contrario, podríamos llegar a Dios: “los unos sin los otros”, “los unos contra los otros”, o peor aún, “los unos a costa de los otros”: ¡un triste panorama!
Atentos y con las antenas sincronizadas a los signos de los tiempos a través de los cuales, ayer como hoy y como mañana, el Señor de la Historia y de la Vida sigue sorprendiéndonos con su manera de crear, actuar, llamar-enviar, manifestarse-revelarse, conducir la historia y a los pueblos, de ser pastor (Ez 34,1-31; Jn 10,1-18) que cuida de la vida frágil y amenazada y de la recién nacida con ternura entrañable e indescriptible (Is 40,10-11).

• Autodidactas en las encrucijadas de la vida
Tenemos mucha documentación a nuestro lado y toda la información del mundo al alcance de la mano, a la distancia de un clic. Pero quizás hoy más que nunca tenemos que tener clara también nuestra originalidad, nuestra identidad más profunda, pues el Señor nos ha creado a su imagen y nos ha dado la gracia de la creatividad para hacer llegar sus dones al corazón de la gente y de los pueblos. Ser autodidacta y testigo, más que maestro o profesor, en la vida diaria es un buen itinerario para estar allí donde hay que estar y tener las herramientas que en cada momento son necesarias. El médico lleva su maletín y algunas cosas fundamentales y necesarias para los primeros auxilios. Luego su ojo clínico y su experiencia le pondrán en la pista cierta. También los Animadores Bíblicos tienen su maletín de primeros y últimos auxilios: la Palabra de Dios. Ya va habiendo gente que no va a la reunión sin la Biblia y cuando llega sin ella pide disculpa “por haberse olvidado esta vez”. Algo se va moviendo…, claro que sí.

POR LOS CAMINOS DE LOS POBRES Y DE LA PROFECÍA
Hoy día tenemos que ir y hacer llegar el Evangelio del Reino por todos los medios que tenemos a disposición: radio, televisión, periódicos, revistas, internet, coche, tren, autobús, avión… En el anuncio del Evangelio sólo una autopista nos está vetada y cerrada: ¡la autopista del poder! Esta autopista puede tener o ser conocida por distintos nombres, pero siempre tiene sus “peajes” que pronto o tarde hay que pagar, y, a veces, a precios increíbles. Abiertas, sin embargo, todas aquellas autopistas que llevan al Servicio, al Compartir, al Estar y Ser Evangelio, Fermento y Luz (Mt 5,12-16).

Como seres humanos estamos todos encerrados en debilidad y expuestos a la tentación como Jesús (Mt 4,1-11; Lc 4,1-13; Mc 1,12-13; Hb 4,14-16), como Pedro (Mc 8,31-33; 14,66-72), como Santiago y Juan (Mc 10,35-45, texto que mi compañero de camino por diez años, Heitor Frisotti, intentó “traducir” en su compromiso misionero en Brasil con los afrobrasileños) o los demás discípulos (Mc 10,41-45; 14,50). Como ellos, también nosotros queremos dejarnos llevar por otros derroteros alternativos a los caminos ásperos del Reino y del Evangelio. A veces podemos sucumbir a los hechizos del poder, a sus garras y tentáculos. Por eso Jesús nos pide estar alerta, en permanente vigilancia, día y noche, como el centinela: porque el guardián de Israel no duerme ni reposa. Él está a tu derecha y por eso, aunque caigan mil a tu derecha y diez mil a tu izquierda, a ti no te alcanzarán, ni te hará daño el sol de día, ni la luna de noche. Él te guarda de todo mal. El guarda tus entradas y salidas, ahora y por siempre.

Surcar los caminos de los pobres y de la profecía nunca fue fácil, ni hoy tampoco. Mostrar que – como para Jesús- todos y cada uno son importantes y a todos darles importancia es pastoralmente un desafío cotidiano: a todos escuchar, saludar, acoger, mandarles cuatro líneas, una postal, un correo: breve, directo, al grano, esencial como una mirada y tan elocuente como dos ojos o una sonrisa de complicidad en los aprietos de la vida, en las encrucijadas del camino, en las zancadillas de los que están más cerca, sin llevar en cuenta por mucho tiempo los delitos, los fallos, las faltas ajenas, sin fijar en ellas la mirada, apenas contemplando el panorama con la mirada misericordiosa de Aquel que hace nuevas todas las cosas y cambia el corazón de piedra en corazón lleno de ternura y amor.

BAÑADOS EN EL AGUA REFRESCANTE DEL ESPÍRITU
Es necesario más que nunca beber de las aguas refrescantes del Espíritu (Jn 4; 7,37-39; 19,34-37) que renueva la faz de la tierra, capaz también de “rehacernos y recomponernos” como Alfarero que trabaja un nuevo “cacharro”, una nueva vasija de barro (Jr 18,1-12) para llevar tesoros en su interior. La vida nos puede maltratar y agrietar el barro, los conflictos, roces, choques nos causan heridas. Importante es que cicatricen bajo el soplo del Espíritu que genera vida y pueblos libres (Jc 11; Ez 37; Joel 3,1-5, Hch 1-28) que viven y testimonian libertad, justicia, amor. En una palabra: Paz, Shalom. El Shalom, saboreado en sus múltiples dimensiones, del Señor Resucitado como Evangelio – Buena Noticia que cambia la vida y el corazón (Lc 1,79; 2,14.29; 7,50; 8,48; 10,5.6(2x); 11,21; 12,51; 14,32; 19,38.42; 24,36; Hechos 7,26; 9,31; 10,36; 12,20; 15,33; 16,36; 24,2; Jn 14,27; 16,33; 20,19.21.26).

El Evangelio es ese Aroma, perfume que llena toda la casa (cf. Mc 14,3-9; Mt 26,6-13; Jn 12,1-8) de la aldea global, y nos da alegría y esperanza en medio de las tensiones, conflictos y dolores de cabeza; nos recompone como el alfarero su vasija de arcilla y nos hace conscientes un día y otro que somos seres de barro y que llevamos un tesoro que no nos pertenece y que tenemos que transmitir con toda su riqueza, fuerza y vitalidad. Tesoro de incalculable valor que se nos ha confiado, y no se trata apenas de “uno”, “tres” o “cinco talentos”, sino joyas, perlas y diamantes de incalculable precio (Mt 13,44-46) y por el cual no se puede dar ni oro ni plata que se le equivalga. Esa Sabiduría no tiene precio (Sb 7, 7-11), ni se aprende en las universidades, sino en el bregar cotidiano y abiertos al acontecer de Dios. Contemplar ese Amor con el que se nos ha amado - “como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros” (Jn 15,9) - nos mantiene vivos en las refriegas de la historia, como fermento, savia viva, agua que riega los campos y el jardín, luz que alegra la noche. Sí, el Señor nos hace Luz de las naciones (Is 49,6; Lc 2,32; Hch 13,47) para gloria de Dios Padre (Mt 5,13-16).

Ser luz y dar fruto para que todos tengan vida (Jn 10,10). El Señor de la viña nos envía a dar fruto para gloria del Padre: “Os he destinado para que vayáis y deis fruto y vuestro fruto permanezca” (Jn 15,1-17).
Y por los caminos de la vida, sentir y hacer sentir en medio del calor de las dificultades la Brisa suave que renueva y fortaleza los sueños y la esperanza del profeta cansado y desanimado (1Rs 19). Por los caminos del mundo no nos faltarán tribulaciones, pero “¡animo! Yo he vencido al mundo” (Jn 16,33).

CANTAR CON CONFIANZA INAUDITA
Y en medio del trajín cotidiano poder cantar con confianza inaudita: “Dame agua viva, dame agua viva, no quiero tener más sed…” y sentir al caer la tarde, cuando te vienen ganas de arrojar la toalla, pensando que por poco o por nada nos hemos fatigado, en vano e inútilmente hemos gastado nuestro tiempo, nuestras fuerzas y nuestro vigor, y nos preguntamos si realmente el Señor está interesado en la causa o se ocupa de la misma (Is 49,4); cuando te vienen ganas como a Jeremías de no querer hablar más en su nombre, de echar tierra y distancia para olvidar esa pesadilla y te dices “No volveré más a recordarlo, ni hablaré más en su nombre” (Jr 20,9), quizás descubras que hay un fuego ardiente que te abrasa los huesos y que no puedes ahogarlo aunque lo intentes una y otra vez (Jr 20,10; Lc 24,32). ¡Una hoguera inextinguible! que a pesar de los vientos contrarios has logrado mantener viva y a la cual la gente sin decir nada se acerca, se calienta, se alegra y se va sonriendo, cantando, silbando…
Quizás hayas también experimentado que el Señor, como a Jeremías, también te ha puesto sus Palabras en tu boca (Jr 1,4-19) y te ha constituido en autoridad “para extirpar y destruir, para perder y derrocar, para reconstruir y plantar”, lo que te hace temblar las piernas y tartamudear al hablar ante gente que se cree con tanta sabiduría y prestigio y autoridad…, pero el Señor te llama y te envía y te dice que no debes desmayar ante nadie, pues te ha convertido, aunque tú no te lo acabes de creer, “en plaza fuerte, en pilar de hierro, en muralla de bronce, frente a toda la tierra”. El Señor te dice, finalmente, que “te harán la guerra, pero no podrán contigo, pues contigo está el Señor para salvarte”.

LA ROCA DE NUESTRA CERTEZA
Esta es la única certeza, la única convicción que puede mantenerte en la brecha cuando ves caer uno aquí, otro allá, y te preguntas insistentemente: “¿Quién podrá resistir?” (Ap 6,17), y te dices como Elías: “estoy más solo que la una, y además buscan mi vida como premio” (1Rs 19,14). Pues aunque así te veas o lo pienses alguna vez, el Señor declara que tu estadística no ha tenido en cuenta toda la realidad, que has infravalorado a los que están contigo y son realmente tus compañeros de viaje: “me reservé siete mil en Israel: todas las rodillas que no se doblaron ante Baal, y todas las bocas que no le besaron” (1 Rs 19,18). A veces, entendemos tan poco de matemáticas. Menos mal que las del Señor son diferentes y sabe contar allí donde Elías no ha descubierto ni siquiera un compañero de camino.

Y entonces ves que por dentro salta y nace un manantial incontenible de agua viva que hace brotar mil ríos a tu alrededor, al experimentar como Pablo que el Señor te hace fuerte en la debilidad (2 Co 12,5-10; Flp 4,13), y entonces, sin importante nada dónde estás ni quién es el que te está mirando, cantas a pleno pulmón, una y otra vez: “En mi debilidad, tú me haces fuerte, en mi debilidad, tú me haces fuerte, en mi debilidad Tú te haces fuerte en mi”.

¡DANOS TU ESPÍRITU, SEÑOR!
Lucas en su Evangelio recomienda pedir el Espíritu (11,1-13) y también nos asegura su presencia elocuente para las situaciones fuertes que puedan sorprendernos y dejarnos sin habla cuando de improviso nos llegan (Lc 12,11-12). Por eso y para eso precisamente, Jesús nos envía la Promesa del Padre (Lc 24,49; Hch 1,4; 2,33; Gl 3,14; Ef 1,13) para fortalecer nuestras rodillas vacilantes y nuestras piernas tambaleantes (Is 50,4-10), para permanecer firmes en la misión que Él nos confía y de la cual nos inviste con autoridad significativa con el don y el dinamismo del Espíritu (Jn 3,3-8; 20,21-23) que nos muestra la hoja de ruta de la misión hasta el día de hoy (Hechos 1,8), donde nos muestra el programa esencial y las dimensiones fundamentales del mismo. El resto es comentario y fiesta: ¡Aleluya! El Señor ha resucitado y nos envía en misión. No os quedéis ahí parados sin saber qué hacer ni adónde ir: “¿Qué hacéis mirando al cielo?” (Hch 1,11).
La vida y la misión continúan. Cuento con vosotros. Contad conmigo. Contamos con Cristo, que nos llamó y nos trata de “Amigos” (Jn 15,13-17) para que vayamos a dar y hacer saborear en nuestro mundo globalizado el fruto perenne del Espíritu: “amor, paz, perseverancia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí” (Gl 5,22).
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1.Este texto fue compartido inicialmente con algunos amigos y animadores bíblicos: Rosa Mª, Quique y Carmen.

2. Carlos Mesters, nacido en Holanda el 20 de octubre de 1931, recibía el nombre de Carlos al tomar el hábito de la Orden Carmelitana veinte años más tarde. Su nombre era Jacobus Gerardus Hubertus Mesters.

3. Los Encuentros Inter-eclesiales de Comunidades Eclesiales de Base: comenzaron en 1975 Vitoria /ES. Desde entonces “El tren de las Cebs” ha recorrido el país em todas las direcciones en los otros diez encuentros que le siguieron hasta este momento. 1976 Vitória/ES; 1978 João Pessoa/PB; 1981 Itaici/SP; 1983 Canindé/CE; 1986 Trindade/GO; 1989 Duque de Caxias/RJ; 1992 Santa Maria/RS; 1997 São Luís/MA; el décimo en la Bahía; el 11º Intereclesial das CEBs en la Diócesis de Itabira - Coronel Fabriciano MG, en la ciudad de Ipatinga - MG, de 19 a 23 de julio de 2005, con el Tema: “CEBs Espiritualidad Liberadora” Y el Lema: “Seguir a Jesús en el compromiso con los excluidos”. El 12º Intereclesial das CEBs fue realizado en Porto Velho - Rondônia, de 21 a 25 de julio de 2009. Trató el temas; “CEBs: Ecología y Misión” y el lema “Del Vientre de la Tierra, el grito que viene de la Amazonia”. El 13º está previsto en Juazeiro do Norte, diócesis de Crato en el estado de Ceará para 2014.

4.MESTERS Carlos – LOPES Mercedes, Querido Teófilo. Encuentros bíblicos sobre el Evangelio de Lucas, Estella, Grupo Editorial Verbo Divino, Villatuerta 2000. MESTERS Carlos – EQUIPO BIBLICO CRB, La formación del Pueblo de Dios, Estella, Verbo Divino, 21999. En esta misma editorial la serie: TU PALABRA ES VIDA, con los siguientes títulos: Lectura Orante de la Biblia; Las formación del pueblo de Dios; Lectura profética de la historia; Sabiduría y poesía del pueblo de Dios; Seguir a Jesús: Los Evangelios; Vivir y anunciar la Palabra. Las primeras comunidades; El sueño del pueblo de Dios. Las comunidades y el movimiento apocalíptico. MESTERS Carlos – LOPES Mercedes – OROFINO Francisco, Misericordia quiero y no sacrificios. Encuentros bíblicos sobre el Evangelio de Mateo, Villatuerta, Verbo Divino – Centro de Estudios Bíblicos – CEBI 1999-2000.

5. Milton SCHWANTES trata este asunto sobre todo en dos artículos: «Caminhos da Teologia Bíblica», en la revista Estudos Bíblicos 24 (1989) 9-19, y en otro artículo en el libro homenaje a Carlos Mesters con motivo de los 60 años: «Uma nova Esperanza nasceu», en AA. VV., Reflejos da brisa leve. A Frei Carlos Mesters pela passagem de seu 60º aniversário, Centro de Estudos Bíblicos, Belo Horizonte 1991.

quinta-feira, 20 de outubro de 2011

SÓLO PUEDE TRABAJAR CON LA PALABRA, QUIEN SE DEJA TRABAJAR POR ELLA.

Dedicado a Carlos Mesters en sus 80 años.
Catequistas, agentes de las más variadas pastorales, religiosas, religiosos, sacerdotes, obispos de todas las regiones de Brasil participaron desde el dia 8 al 11 de octubre, en Goiânia, del I Congreso Brasileño de Animación Bíblica de la Pastoral. Realizado por la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB), a través de la Comisión Episcopal Pastoral para la Animación Bíblico-pastoral, y por la Sociedad de Catequetas Latino-americanos (SCALA), el Congreso reunió 500 personas y tuvo el apoyo de la Pontificia Universidad Católica de Goiás (PUC-GO) y de las Hermanas Agustinas Misioneras de Asistencia y Educación.

El presidente de la Comisión Bíblico-catequética de la CNBB, Mons. Jacinto Bergmann, declaró abierto el Congreso, destacando la importancia de la Palabra de Dios en la vida de la Iglesia. Según el arzobispo, la biblia debe nutrir la vocación y la misión de todo discípulo misionero. “Se trata de comprender que la Palabra de Dios es el alma, el corazón de toda la pastoral, de toda la acción evangelizadora de la Iglesia”, aclaró.
Mons. Jacinto recordó los objetivos del Congreso. “Necesitamos con audacia entender, construir y asumir una viva y eficaz animación bíblica de la pastoral. Esto es, hacer que la palabra de Dios sea el alma de la Iglesia”, acentuó Mons. Jacinto.

La primera conferencia del Congreso con el tema “La Iglesia en un mundo en cambio” la llevó a cabo el teólogo Joel Portella. Por la tarde, los biblistas Fray Carlos Mesters y Francisco Orofino desarrollaron el tema “La Palabra encarnada - Palabra Anunciada”.


Carlos Mesters y Francisco Orofino animaron los 500 participantes. Mesters, reconocido por el lenguaje sencillo y por las historias que usa para explicar la biblia, destacó la relación de Jesús con la Palabra de Dios y recordó que fue escrita para ayudar a entender la vida. “El libro más importante no es la biblia, sino la vida, conforme recuerda San Agustín”, dijo. “Cada persona es una palabra ambulante de Dios para los otros. La biblia no fue hecha para substituir la vida, sino para ayudar a entender la vida”, añadió. Según Carlos Mesters, “nosotros podemos ayudar a revelar el reino de Dios que está en las personas”.
Orofino, que firma el texto de la conferencia junto con Mesters, subrayó que “sólo puede trabajar con la palabra, quien se deja trabajar por ella”. Él apuntó la casa, la sinagoga y el templo como espacios sagrados donde Jesús aprendió la Palabra de Dios.

La primera jornada se concluyó con la misa presidida por el arzobispo de Goiânia, Mons. Washington Cruz. En su homilía comentó el evangelio proclamado en la celebración, que presentaba a Jesús afirmando que “más felices son aquellos que oyen la palabra de Dios y la ponen en práctica”.
La Palabra preparada en el Antiguo Testamento fue pronunciada por el profesor Valmor da Silva. La Palabra de Dios anima toda la vida, subrayó el biblista. “La intención es destacar cómo la palabra de Dios ilumina la vida del pueblo de Dios, en la perspectiva de la animación bíblica de toda la pastoral”, explicó a continuación el biblista.
Valmor desarrolló su tema recordando las comparaciones que la biblia hace de la Palabra de Dios. En este sentido, recordó que la Palabra es como “lluvia que fecunda la tierra, fuego que quema por dentro, luz que ilumina el caminar, espada afilada que corta, atleta que corre veloz, alimento que sacia y remedio que cura”.
Según expresó, “el Primer Testamento es un granero repleto de material sobre la animación bíblica de la pastoral y de la vida como un todo”. “La palabra anima no apenas la formación religiosa, litúrgica, o la catequesis específica, sino que ella conforma toda la vida ciudadana, en la familia, en la escuela y en la sociedad, en todos los sectores. Es allí donde la palabra y la propia vida se funden como una realidad única”, añadió Valmor.

La hermana Lucía Weiler presentó Palabra vivida y celebrada. Ella apuntó la creación y la liberación como dos marcos celebrativos y enumeró diez “estacas” o indicadores de momentos celebrativos de la trayectoria del pueblo de Dios. La inspiración de las diez “estacas” procede del profeta Jeremías que “invita el pueblo a celebrar a la vuelta del Exilio y hoy nos invita a entrar en el mismo camino”.
Las estacas son: el credo del pueblo de Dios; los salmos; la lectura profética de la historia; la lectura sapiencial de la historia; el cántico de María en el encuentro con Isabel; de la tentación a la oración y misión; la reconciliación; la celebración de la despedida de Jesús; la madrugada del nuevo día, el primero de la semana y la Palabra vivida y celebrada en las comunidades cristianas nacientes, generadas en el Espíritu.

Dos conferencias marcaron el tercer dia del Congreso. Los temas “La pastoral en la vida de la Iglesia” y “La Palabra de Dios es viva y eficaz” fueron presentados, respectivamente, por el teólogo, sacerdote Agenor Brighenti, y por el obispo de Rondonópolis (MT), Mons. Juventino Kestering.
Agenor señaló el momento de crisis por el que pasa el mundo occidental que, según afirmó, “se debe a la crisis de la modernidad, del proyecto de civilización moderno, responsable por las mayores conquistas de la humanidad, pero, al mismo tiempo, por las mayores frustraciones de la historia”.
Según Mons. Juventino, el primer paso de la pastoral que se fundamenta en la Palabra de Dios y es iluminada por ella, “será conocer la Palabra y acogerla”. El defendió la necesidad de una renovación pastoral para una animación bíblica de la pastoral. “Hablar de renovación pastoral necesariamente exige adentrarnos en la eclesiología de participación, en todos los niveles; pensar en parroquias descentralizadas y misioneras, donde los laicos y las laicas, junto con sus pastores, realizan su vocación”, explicó.

Animación bíblica de la pastoral es tiempo nuevo y providencial

“Estamos ante un nuevo y desafiador, pero providencial, momento en nuestra acción evangelizadora en la Iglesia: la “Animación Bíblica de la Pastoral”. La afirmación es del presidente de la Comisión Episcopal Pastoral para Animación Bíblico-catequética, el arzobispo de Pelotas (RS), Mons. Jacinto Bergmann. Según él, la Iglesia necesita superar los límites de una “pastoral de cristiandad” e implantar “audazmente” una pastoral de comunión y orgánica que responda a las necesidades de los fieles conforme a las exigencias del mundo de hoy. Para ello, señaló tres funciones de la animación bíblica de la pastoral: ser camino de conocimiento e interpretación de la palabra de Dios; ser camino de comunión y oración de la palabra y ser camino de evangelización y proclamación de la palabra.
“La animación bíblica de la pastoral, con estas tres funciones, satisface la permanente necesidad de los discípulos misioneros de Jesucristo de nutrirse con el Pan de la Palabra de Dios mediante el conocimiento y la interpretación adecuada de los textos bíblicos, de su empleo como mediación de diálogo con Jesucristo y como alma de la propia evangelización y del anuncio de Jesucristo a todos”, aclaró, citando el Documento de Aparecida.

La formadora del Centro Bíblico para América Latina (Cebipal), Katiuska Cáceres, indicó caminos de organización e implementación de la animación bíblica de la pastoral. “La animación bíblica quiere que la Palabra de Dios que la Sagrada Escritura transmite, sea – en la pastoral orgánica de la Iglesia – la savia y el corazón que hace realidad el encuentro con Jesucristo en todas las instancias pastorales”, dijo Katiuska.

La biblista Mercedes de Budallés Diez, que es asesora del Centro de Estudios Bíblicos (CEBI), mostró el paso de una pastoral bíblica para la animación bíblica partiendo del Concilio Vaticano II hasta los días actuales.

La doctoranda en teología bíblica, hermana María Aparecida Barboza, mostró la evolución de la pastoral bíblica para una animación bíblica en Brasil. “El redescubrimiento de la Biblia y su uso constante por todas las Iglesias Cristianas en Brasil ha sido un marco significativo en el crecimiento de la experiencia de la fe de las comunidades esparcidas por nuestro País”, concluyó la hermana Cida, como es más conocida.

Mons. Jacinto, en la misa de clausura del Congreso, comentó la carta de San Pablo a los Romanos, llamando al apóstol “gran animador bíblico de la pastoral del tiempo y de la tierra de los gentiles”. Parafraseando el apóstol, el arzobispo exhortó a todos los congresistas a no tener vergüenza del evangelio de Cristo.
“Nosotros, los animadores bíblicos de la pastoral de nuestro tiempo, en cambio de época, a partir de este congreso, no nos avergonzamos de la palabra de Dios, pues ella es fuerza salvadora de Dios para todo aquel que cree”.
El arzobispo dijo que estaba animado con el resultado del Congreso cuyo objetivo principal resume con los verbos "entender, construir juntos y asumir" la animación bíblica de la pastoral. “Conseguimos adentrarnos bien en la comprensión de lo que sea la animación bíblica de la pastoral”, resaltó.

Los 500 congresistas aprobamos un mensaje final del encuentro, reafirmando la necesidad de pasar de una pastoral bíblica para una animación bíblica de toda la pastoral y formulamos compromisos concretos a ser llevados a cabo en cada región en los próximos años. Un tiempo nuevo, lleno de esperanza, se abre para la Iglesia alimentada por la Palabra de Dios que es viva y eficaz (Hb 4,12) y permanece para siempre.

quinta-feira, 22 de setembro de 2011

ENVIAME: LLAMADOS A PROFETIZAR HOY: Isaías 6,1-13.


1El año de la muerte del rey Ozías, vi al Señor sentado en un trono alto y elevado. Las orlas de su vestido llenaban el templo. 2 Por encima de Él había serafines de pie, con seis alas cada uno: con dos se cubrían el rostro, con otras dos se cubrían hasta los pies y con los otras dos volaban. 3 Se gritaban el uno al otro: "¡Santo, Santo, Santo es Yahveh Sebaot; toda la tierra está llena de su gloria!". 4 Los quicios de los umbrales retemblaban al clamor de su voz y el templo se llenó de humo.

El año 740 a. C. es la fecha más probable para esta visión de Isaías que nos narra su vocación, o mejor, su misión, no al comienzo como Jeremías (1,1-19) sino ya avanzado el libro. El relato define también la misión del profeta y levanta la cuestión o problema de la conversión o no conversión de los destinatarios de la palabra profética. La muerte de Ozías coincide con la entronización de su hijo Joatam, de quien se dicen cosas tan negativas en 2 Rs 15 (vv. 32-35) o en 2 Cr 27,1-9, como de su sucesor Acaz (2 Rs 16; 2 Cr 28).

Vi al Señor: Isaías narra la visión de Yahvé sentado en un trono alto y elevado, es decir, con los rasgos de un rey, en posición de su ejercicio de poder. El profeta narra una experiencia trascendental en su vida y en la historia de la profecía. Se destaca la majestuosidad de Dios, sentado en su trono, rodeado de sus ministros y cubriendo el templo con la orla de su manto. La designación de Dios como el Señor es significativa con otras escenas en que Isaías tendrá que hablar a un rey.

Podemos destacar tres partes: 1-5: teofanía; 6-7: consagración, y misión: 8-12 (13).

En los vv. 1-4 aparece otra clave de lectura de la visión y en las expresiones de plenitud: el manto llena el templo, la gloria de Yahvé llena la tierra, el humo llena la casa o el templo. En el centro está la expresión de la plenitud de la gloria, que expresa fama/exaltación, peso/carga/energía y al mismo tiempo esplendor: algo luminoso, sobre todo en las manifestaciones de Dios. Contrasta la plenitud del comienzo con el “vacío” del final.

Serafines: Estos están de pie, por encima del personaje que está sentado, indicando así su posición de servicio.

Santo, Santo, Santo: Aclamación ya utilizada en el culto de Isaías. El triple “santo” no es una invocación a la santidad y virtud de Yahvé, sino a su exclusividad para Israel: es un Dios diferente del de los otros pueblos y reservado/consagrado a su pueblo, un Dios “especial” para Israel (Croatto). Ya desde 1,4 y 5,19 hasta el final (60,9.14) el libro de Isaías usará este título divino como uno de sus ejes de sentido.

La “santidad/exclusividad” de Yahvé conlleva la fidelidad absoluta de Israel para con El. Este es un tema fundamental para Isaías. Aquí se muestra como expresión fundamental de una teología que constituye el núcleo del mensaje de Isaías: cf. 1,4; 5,19.24; 10,20; 12,6; 17,7; 29,19; 30,11.15; 31,1; 37,23, y ordena la actitud que se exige ante Dios, el Santo de Israel (fórmula que reencuentra 11 veces en la primera parte de Isaías y 13 en la segunda, así como en Jr 50,29; 51,5 o en Sl 71,22; 78,41; 89,19).

La teología de la santidad de Dios, que conlleva la del pueblo, reaparecerá con Ezequiel, en Is 40-55 y en ciertas tradiciones sacerdotales conservadas en Jerusalén (cf. sobre todo Lv 17-26). Sobre el Señor todo-poderoso cf. Gn 2,1 y 1 Sm 6,3: 2 Sm 6,18.

El Señor todo-poderoso. El Dios de Israel fue llamado “Dios de los Ejércitos” (cf. Gn 2,1; 2 Sm 6,18; Sl 24,10; 46,8; Is 6,3.5). El término evoca los ejércitos de Israel en orden de batalla; después, como en Dt 4,19, designa las constelaciones o elementos que constituyen el universo organizado.

Gloria: a veces utilizada como doxología en los Salmos (Sl 72,19; cf. 57,6.12; 108,6).

5 Yo dije: "¡Ay de mí! ¡Estoy perdido, pues soy hombre de labios impuros que vivo en un pueblo de labios impuros, y mis ojos han visto al rey, a Yahveh Sebaot!". 6 Voló entonces hacia mí uno de los serafines, con una brasa encendida en su mano, que había tomado de encima del altar con unas tenazas; 7 y, tocando mi boca, dijo: "Mira, esto ha tocado tus labios: ha sido quitada tu culpa, está perdonado tu pecado".

Los vv. 5-7, forman la segunda escena, donde se muestra la reacción de Isaías ante la visión, y el rito de purificación y consagración de su boca, que está destinado a hablar. Isaías confiesa que es una persona de labios impuros en medio de un pueblo de labios impuros. Solamente Isaías es purificado, luego será la palabra del profeta que invitará a la conversión al pueblo, para que vuelva al Señor. Tenemos un gran contraste, el profeta de labios impuros dice que ha visto al rey, a Yahveh Sebaot. Lo ha visto y está llamado a vivir, a profetizar, no a morir. Ver al Señor ayuda a vivir de una manera nueva. Un serafín lleva a cabo la purificación de la boca, representando la persona toda del profeta con una brasa: el profeta experimenta una purificación ¡a fuego! Y experimenta que su culpa ha sido quitada y su pecado perdonado, anticipo de lo que el Señor quiere llevar a cabo con su pueblo.

8 Yo oí la voz del Señor, que decía: "¿A quién enviaré y quién irá por nosotros?". Aquí estoy yo -respondí-, envíame. 9 "Ve -contestó él- y di a este pueblo: "Escuchad atentamente, pero no entendáis; mirad bien, pero no percibáis". 10 Embrutece el corazón de este pueblo, endurece sus oídos, ciega sus oídos, para que sus ojos no vean, ni oigan sus oídos, ni entienda su corazón y no se convierta y se cure".

La tercera escena (vv. 8-10), no es de visión, sino de audición. Escucha la voz del Señor que invita a ir, a ponerse en pie de misión y a ir de parte de Dios. El profeta es el “portavoz” de Dios, lleva siempre su palabra y habla con la misma autoridad de Dios, por eso usa la expresión “oráculo”, o “palabra” del Señor cada vez que se dirige al pueblo.

Aquí estoy:envíame!. Profundización a partir del eco de otros relatos de vocación-misión:

a) En contraste con Moisés (Ex 3-4), Isaías responde inmediatamente, Moisés dudando, presentando mil y una excusas para no aceptar la misión. Jeremías, 1,4-19, también indica su falta de idoneidad: no sabe hablar, indicando la cualidad principal para poder llevar a cabo la misión. Jacob (Gn 32,23-33) muestra toda una noche de lucha hasta rayar el alba. Cada persona responde desde lo más íntimo de su personalidad.

b) Encontramos, por otro lado, en la respuesta de Isaías a la misión ecos de la disponibilidad de Samuel (1 Sm 3,1-21); de la obediencia y prontitud de hacer la voluntad del orante del Salmo 40,7-11 que luego la Carta a los Hebreos aplicará a la obediencia total y radical de Jesús a la voluntad del Padre (Hb 10,5-7); eco también de la “servicialidad incondicional” de María a cumplir la Palabra del Señor (Lc 1,38); ecos de la generosidad de Pedro y de los otros discípulos: “nosotros hemos dejado todo y te hemos seguido”; ecos finalmente de la respuesta de los primeros discípulos que encontramos en los Evangelios como modelo de respuesta ante la llamada-misión de todo cristiano: Mc 1,16-20; Mt 4,18-22; Lc 5,1-11; 5,27-32. cf Lc 9,57-62.

Di a este pueblo: Diferente de la expresión "mi" pueblo en los labios de Yahvé (3,12-15). Aquí se le llama dí a "este" pueblo, como indicando distancia y que Dios no quiere nada con él. Posiblemente haga referencia a algunas personas con responsabilidad, los dirigentes, especialmente los de Jerusalén.

El profeta anuncia el mensaje a este pueblo pero la respuesta de los destinatarios es negativa, expresada en la fórmula: “escucharéis pero no entenderéis, veréis pero no comprenderéis”. No se trata de que Isaías repita esa fórmula sino que expresa cuál es la respuesta de sus destinatarios. Y la incapacidad de “entender-comprender” es la actitud básica criticada por este mensaje. Es decir, tanto Isaías, como Ezequiel (“no te escucharán porque no me quieren escuchar”: Ez 3,4-9). La mala voluntad para escuchar Yahvé es denunciada por el mismo Isaías en 28,12 y 30,9.15.

Embota el corazón de este pueblo: El segundo encargo de Yahvé es embotar el corazón de “este” pueblo que se ha vuelto impenetrable, duro de oídos y de ojos tapados. Tenemos una expresión artísticamente diseñada: “corazón-oídos-ojos / / ojos-oídos-corazón” para concentrar los tres órganos de la conciencia. El corazón es el órgano de la comprensión, tanto entre los semitas como en casi todas las culturas fuera del horizonte de la cultura de influencia griega. La expresión “duro de corazón” no indica sentimientos negativos, como par nosotros, sino resistencia para entender al otro. Por eso el corazón está relacionado con los ojos y los oídos, especialmente en la perspectiva bíblica en que tanta importancia tiene el “ver” a Dios en los actos humanos (Ex 14,31) y el “escuchar” su palabra. Ezequiel experimentará lo que es el “corazón empedernido” de Judá (Ez 3,7).

No se conviertan y se curen: La meta de la palabra profética es la conversión y la cura de los pecadores. Dios “cura” (cf. Is 19,22; 30,26; 57,18-19), pero para que eso se lleve a cabo se requiere disponibilidad por parte del pueblo: Yahvé no puede curar a quien se resiste a convertirse, quien se endurece ante la palabra del profeta o de cualquier enviado de Dios. Este fue el caso del faraón de Egipto que “endurecía” su corazón ante el mensaje de Yahvé (Ex 8,11.28; 9,7.34) o la experiencia de Amós con los dirigentes de Israel (Am 4,6-12): “pero no volvisteis a mí”, estribillo repetido ¡cinco veces! Tan fuerte es tal resistencia que es como si Dios mismo quisiese “endurecer” el corazón (Ex 10,1) y no quisiera saber nada de curar (Is 6,10).

La dureza del corazón del pueblo lleva a los profetas a no desanimar ante la primera negativa, pues la denuncia profética muestra que el pueblo no solamente no ha entendido, sino que no ha querido entender, que se ha cerrado, que se ha opuesto y que por lo tanto es culpable de sus actitudes denunciadas una y diez veces por los profetas, como es el caso de Jeremías (1,17-19) o de Amós (7,10-17).

Este texto de Is 6,9-10 ha sido usado por los tres evangelios sinópticos para profundizar la palabra de la semilla (Mc 4,12; Mt13,14-15; Lc 8,10 que no prosigue como Marcos la dura cita de Is 6,10, sino que lo hará explícita y completamente en Hch 28,26-27, cuando el rechazo de la gran mayoría de Israel estuviera consumada), y en Juan (12,40). De forma explícita en los dos últimos casos, sobreentendida en los tres primeros, la palabra de Is 6,9-10 es actualizada en el contexto de la experiencia de la misión de la Iglesia primitiva. El rechazo por parte de los judíos al mensaje de Jesús y de sus apóstoles es equivalente al sufrido por los profetas. La contra-respuesta de estos era el anuncio de juicio y castigo, la de los apóstoles fue dirigirse a los gentiles (Hch 28,28: “sabed que esta salvación de Dios ha sido comunicada a los gentiles y estos sí que escucharán”).

11 "¿Hasta cuándo, Señor?" -pregunté-. Y él me respondió: "Hasta que queden las ciudades asoladas y sin habitantes, las casas sin hombres, el campo desolado como un desierto. 12 Yahveh alejará a los hombres y será grande la desolación en el país. 13 Y si aún queda en él una décima parte, volverá a ser consumida. Como el terebinto y la encina, que, talados, conservan un tocón: semilla santa será su tocón".

El profeta pregunta “hasta cuándo”. El profeta no debe contentarse con hablar y luego largarse. La pregunta del v. 11 y la respuesta de Yahvé indican que se debe anunciar el mensaje divino hasta la consumación del castigo.

Se habla de la desolación del país, no de Jerusalén. La referencia parece ser a la invasión de Senaquerib (701) que asoló cuarenta y seis ciudades de Judá y deportó mucha gente. La destrucción no es total. Queda un tocón, una semilla santa, de la cual rebrota la vida y la esperanza.Y la esperanza es la última en morir o no muere nunca.

BIBLIOGRAFÍA:

ALONSO SCHOEKEL L. – SICRE J. L., Profetas. I. Isaías- Jeremías, Madrid, Cristiandad 1980, pp. 139-142.

ABREGO DE LACY J. M., Los libros proféticos, IEB 4, Estella, Verbo divino 2001, pp.117-118.

CROATTO Severino, Isaías. Vol. I: 1,39. O profeta da justiça e da fidelidade, São Paulo - Petrópolis, Metodista-Sinodal-Vozes 1989, pp.57-62.

JUNCO GARZA Carlos, Palabra sin fronteras. Los profetas de Israel, México, San Pablo 32007.

sábado, 3 de setembro de 2011

APARECIDA Y LA ANIMACIÓN BÍBLICA DE LA PASTORAL

247. Encontramos a Jesús en la Sagrada Escritura, leída en la Iglesia. La Sagrada Escritura, “Palabra de Dios escrita por inspiración del Espíritu Santo”, es, con la Tradición, fuente de vida para la Iglesia y alma de su acción evangelizadora. Desconocer la Escritura es desconocer a Jesucristo y renunciar a anunciarlo. De aquí la invitación de Benedicto XVI:

Al iniciar la nueva etapa que la Iglesia misionera de América Latina y El Caribe se dispone a emprender, a partir de esta V Conferencia General en Aparecida, es condición indispensable el conocimiento profundo y vivencial de la Palabra de Dios
.
Por esto, hay que educar al pueblo en la lectura y la meditación de la Palabra:
que ella se convierta en su alimento para que, por propia experiencia, vea que las palabras de Jesús son espíritu y vida (cf. Jn 6,63). De lo contrario, ¿cómo van a anunciar un mensaje cuyo contenido y espíritu no conocen a fondo? Hemos de fundamentar nuestro compromiso misionero y toda nuestra vida en la roca de la
Palabra de Dios.

248. Se hace, pues, necesario proponer a los fieles la Palabra de Dios como don del Padre para el encuentro con Jesucristo vivo, camino de “auténtica conversión y de renovada comunión y solidaridad” . Esta propuesta será mediación de encuentro con el Señor si se presenta la Palabra revelada, contenida en la Escritura, como fuente de evangelización. Los discípulos de Jesús anhelan nutrirse con el Pan de la Palabra: quieren acceder a la interpretación adecuada de los textos bíblicos, a emplearlos como mediación de diálogo con Jesucristo, y a que sean alma de la propia evangelización y del anuncio de Jesús a todos. Por esto, la importancia de una “pastoral bíblica”, entendida como animación bíblica de la pastoral, que sea escuela de interpretación o conocimiento de la Palabra, de comunión con Jesús u oración con la Palabra, y de evangelización inculturada o de proclamación de la Palabra. Esto exige, por parte de obispos, presbíteros, diáconos y ministros laicos de la Palabra, un acercamiento a la Sagrada Escritura que no sea sólo intelectual e instrumental, sino con un corazón “hambriento de oír la Palabra del Señor” (Am 8, 11).

249. Entre las muchas formas de acercarse a la Sagrada Escritura, hay una privilegiada a la que todos estamos invitados: la Lectio divina o ejercicio de lectura orante de la Sagrada Escritura. Esta lectura orante, bien practicada, conduce al encuentro con Jesús-Maestro, al conocimiento del misterio de Jesús-Mesías, a la comunión con Jesús-Hijo de Dios, y al testimonio de Jesús-Señor del universo.

Con sus cuatro momentos (lectura, meditación, oración, contemplación), la lectura orante favorece el encuentro personal con Jesucristo al modo de tantos personajes del evangelio: Nicodemo y su ansia de vida eterna (cf. Jn 3, 1-21), la Samaritana y su anhelo de culto verdadero (cf. Jn 4, 1-42), el ciego de nacimiento y su deseo de luz interior (cf. Jn 9), Zaqueo y sus ganas de ser diferente (cf. Lc 19, 1-10)... Todos ellos, gracias a este encuentro, fueron iluminados y recreados porque se abrieron a la experiencia de la misericordia del Padre que se ofrece por su Palabra de verdad y vida. No abrieron su corazón a algo del Mesías, sino al mismo Mesías, camino de crecimiento en “la madurez conforme a su plenitud” (Ef 4, 13), proceso de discipulado, de comunión
con los hermanos y de compromiso con la sociedad.

quinta-feira, 1 de setembro de 2011

El DON DE LA LIBERTAD

Dios puso en tu corazón
una antorcha
encendida de belleza y sabiduría;
tristeza es
apagar esta antorcha y apagarla
en las cenizas.

Dios te dio un espíritu
con alas
para volar por el espacio
del amor y de la libertad.


¿No es locura
podar las alas con las propias manos
y tolerar
que el alma se arrastre por tierra
como un gusano?

Kahlil Gibran

quinta-feira, 25 de agosto de 2011

GASTAR LA VIDA

Jesucristo ha dicho:
“Quien quiera economizar su vida, la perderá;
y quien la gaste por Mí, la recobrará en la vida eterna”.
Pero a nosotros nos da miedo gastar la vida,
entregarla sin reservas.

Un terrible instinto de conservación nos lleva hacia el egoísmo,
y nos atenaza cuando queremos jugarnos la vida.
Tenemos seguros por todas partes, para evitar los riesgos.
Y sobre todo está la cobardía...
Señor Jesucristo, nos da miedo gastar la vida.
Pero la vida Tú nos la has dado para gastarla;
no se la puede economizar en estéril egoísmo.

Gastar la vida es trabajar por los demás, aunque no paguen;
hacer un favor al que no va a devolver;
gastar la vida es lanzarse aún al fracaso, si hace falta, sin falsas prudencias;
es quemar las naves en bien del prójimo.

Somos antorchas que solo tenemos sentido cuando nos quemamos;
solamente entonces seremos luz.
Líbranos de la prudencia cobarde,
la que nos hace evitar el sacrificio, y buscar la seguridad.

Gastar la vida no se hace con gestos ampulosos, y falsa teatralidad.
La vida se da sencillamente, sin publicidad,
como el agua de la vertiente, como la madre da el pecho al niño,
como el sudor humilde del sembrador.

Entrénanos, Señor, a lanzarnos a lo imposible,
porque detrás de lo imposible está tu gracia y tu presencia;
no podemos caer en el vacío.
El futuro es un enigma, nuestro camino se interna en la niebla;
pero queremos seguir dándonos, porque Tú estás esperando en la noche,
con mil ojos llenos de lágrimas.
Luis Espinal

segunda-feira, 22 de agosto de 2011

¿QUIÉN ERES?

Cualquier día,
en cualquier momento,
a tiempo o a destiempo,
sin previo aviso
lanzas tu pregunta:
Y tú, ¿quién dices que soy yo?

Y yo me quedo a medio camino
entre lo correcto y lo que siento,
porque no me atrevo a correr riesgos
cuando tú me preguntas así.

Nuevamente me equivoco,
Y me impones silencio
Para que escuche tu latir
Y siga tu camino.
Y al poco, vuelves a la carga:
Y tú, ¿quién dices que soy yo?

Enséñame como tú sabes.
Llévame a tu ritmo
por los caminos del Padre
y por esas sendas marginales
que tanto te atraen.

Corrígeme,
cánsame.
Y vuelve a explicarme
tus proyectos y quereres,
y quién eres.

Cuando en tu vida toda
encuentre el sentido
para los trozos de mi vida rota;
cuando en tu sufrimiento y en tu cruz
descubra el valor de todas las cruces;
cuando haga de tu causa mi causa,
cuando ya no busque salvarme
sino perderme en tus quereres...
Entonces, Jesús, vuelve a preguntarme:
Y tú, ¿quién dices que soy yo?
Florentino Ulibarri.

quinta-feira, 18 de agosto de 2011

PABLO, UN CORAZÓN ECUMÉNICO


“Lo que está escrito fue escrito para nuestra instrucción, para nosotros…” (1 Co 10,11; Rm 15,4).

Las cartas de Pablo son nuestras, escritas para nosotros, y para nuestras comunidades.

0. INTRODUCCIÓN: ¡PABLO ES MUCHO PABLO!

El título, además de apasionante, pretende, conlleva y exige un cierto afán de síntesis. Al escoger el título en el contexto del año paulino: Pablo, un corazón ecuménico, me venían en primer lugar mis encuentros con Pablo en contextos muy variados: en Roma, Paulo Afonso (Bahía – Brasil), Santiago de Chile, Madrid, Palencia, Barcelona…, y me decía entre la alegría contemplada y el desafío sentido: “¡Pablo es mucho Pablo!”.

Exige, por nuestra parte, una lectura atenta y en profundidad para descubrir el tesoro teológico-espiritual y misionero. Eso me lo decía mientra me venían a la mente escenas de la carta a los Gálatas, a los Filipenses, capítulo 3, y algunos rasgos sobresalientes de la carta a los Romanos, sin duda los capítulos 9-11, pero mi mirada se fijaba en el amplio horizonte de toda la carta que se me presentaba como diciendo: ¡Ahí queda eso! Lógicamente no me he olvidado de las dos cartas a los Corintios que también nos ofrecen un amplio panorama a tener en cuenta en cuanto a dinámica ecuménica se refiere. Y me decía a mí mismo y me aconsejaba de entrada a no usar ingenua ni alegremente ese título, aunque era muy consciente de ello al elegirlo. Luego, tras una reflexión más pausada, me confirmé y me mantengo en lo dicho: Sí, Pablo tiene un corazón ecuménico por los cuatro costados. Sin más preámbulos, vamos allá. Agarremos ese toro por los cuernos cuidando no arriesgar la vida en la faena. Para ello tendremos que llevar en cuenta algunas cosas previas y obvias, pero necesarias.

1. LA PERSONALIDAD DE PABLO Y LA DE OTROS MISIONEROS

La personalidad de Pablo como la de otras personas y personalidades que entraron en la evangelización de las primeras comunidades ayudaron a encuentros, dieron lugar también a algunos desencuentros (1 Corintios 1-4; Gl 1-2) y a un crecimiento recíproco tanto personal, como comunitario y al conocimiento del misterio salvífico de Dios.

2. PABLO, HOMBRE DE CULTURAS Y TRANSICIONES

Pablo apóstol, el hombre de la transición : Gran parte de los problemas enfrentados por Pablo durante los trece años de vida itinerante fueron problemas relacionados con el proceso de transición en que se encontraba el pueblo de Dios.

3. LA MISIÓN ENTRE JUDÍOS Y GRIEGOS

¿Quiénes formaban el tejido de las comunidades de los Corintios: eran judíos de procedencia o también de las “naciones”, de los “gentiles”? Basta conferir 1 Corintios 10,31-33 para tener una respuesta adecuada de la pluralidad de procedencias en las varias comunidades paulinas. También los diferentes temas, enfoques y argumentos que usa Pablo en sus cartas apuntan a la identidad de sus destinatarios, sean de procedencia judía o de las naciones.

• En la confrontación con sus hermanos, los judíos
“Digo la verdad en Cristo, no miento -y de ello me da testimonio mi conciencia en el Espíritu Santo-: siento gran tristeza y profundo e incesante dolor en mi corazón. Hasta desearía yo mismo ser anatema, ser separado de Cristo en bien de mis hermanos, los de mi raza según la carne. Ellos son israelitas; a ellos pertenecen la adopción filial y la gloria y las alianzas y la legislación y el culto y las promesas; a ellos pertenecen los patriarcas, y de ellos procede, según la carne, Cristo; el cual está por encima de todo, Dios bendito para siempre. Amén” (Rm 9,1-5).

• En la confrontación con los paganos
“Por lo cual, yo, Pablo, prisionero por Cristo Jesús para beneficio de vosotros los gentiles... - ya que habéis oído hablar de la misión de la gracia que Dios me ha concedido con respecto a vosotros: cómo por una revelación se me ha dado a conocer el misterio, según os lo expuse arriba en pocas palabras-. Según lo vais leyendo, podéis advertir mi conocimiento del misterio de Cristo; misterio que no fue dado a conocer a los hombres de las generaciones pasadas tal como ahora ha sido revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu, a saber, que los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la misma promesa en Cristo Jesús por medio del Evangelio, del cual yo he sido constituido servidor en virtud del don de la gracia de Dios que me ha sido concedido por la acción de su poder” (Ef 3,1-7).

4. CÓMO VIVIR UNA ESPIRITUALIDAD EN TIEMPOS RECIOS

El manantial de donde Pablo saca luz, fuerzas y ánimo para anunciar el Evangelio de Cristo en radicalidad y fidelidad creativas. Su descubrimiento de Cristo: crucificado-resucitado: 1 Co 1; Flp 2; Rm 8. El amor de Cristo “me cambió la cabeza, el corazón y las entrañas”. “Con Cristo estoy crucificado. Y ya no vivo yo; es Cristo quien vive en mí. Y respecto del vivir ahora en carne, vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí. No anulo la gracia de Dios; pues si por la ley viene la justificación, entonces Cristo murió en vano” (Gl 2,19 -21). Respuesta a ese amor es la apuesta de Pablo: Mi apuesta es total por Cristo y su Evangelio (Flp 3,7): “Para mí vivir es Cristo” (Flp 1,21).

5. LA PALABRA DE DIOS – LA ESCRITURA Y EL ECUMENISMO

a) El pozo escondido que riega el jardín de toda la vida-misión de Pablo, toda su espiritualidad misionera, apostólica, trinitaria, eclesial… es la Palabra de Dios, la Escritura, como dice Pablo. Navegar por el océano paulino descubre los riesgos del etnocentrismo de creernos el centro del mundo, olvidando que tanto la salvación como el Espíritu Santo son gracia, gratuidad, dones recibidos y no posesión segura que podemos blandir cual espada afilada contra los otros.

• En Gálatas, 3, 28-29 podemos evidenciar el carácter universal del Evangelio: “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa”.

Pablo estaría siguiendo el mandato expreso de Jesús en Mateo 28,19: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones...”. Pablo es quien proclama primeramente la universalidad o “catolicidad” absoluta de la nueva fe.

• Romanos es considerada la más importante carta escrita por el Apóstol y, de hecho, se considera uno de los documentos más relevantes del cristianismo. En Rm 10,12, vemos algunos principios significativos: Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico con todos los que le invocan.

• En Filipenses 3,20, observamos quizás el ejemplo más patente de la visión cosmopolita y ecuménica del apóstol de Tarso, por el hábil uso de la palabra “ciudadanía” (políteuma), con la cual extrapola una expresión del medio político al ámbito espiritual. El capítulo 3, entero, merece una atención especial desde este punto de vista.

• La carta enviada por Pablo a la comunidad de Colosas a pesar de encontrarse dentro del corpus paulinum, ha ofrecido dudas sobre su autenticidad. En Colosenses 3,11 dice: “Donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y está en todas las cosas”.
Observamos como, al igual que en Gálatas 3, 28-29 y Romanos 10,12, son borradas las diferencias entre judíos y griegos en el nuevo contexto cristiano, ampliándose incluso hasta los escitas y cualquier pueblo considerado bárbaro. Pero lo que llama más la atención a la luz de este estudio, es el énfasis en el carácter universalista del cristiano y de su unificación en Cristo.

b) Pasearnos continuamente como Pablo por toda la Escritura es la mejor fuente de espiritualidad ecuménica que conozco y el manantial más fructífero para una evangelización inculturada que responda a los anhelos, las expectativas y los sueños de hombres y mujeres de todos los tiempos. Dos documentos más de la Pontificia Comisión Bíblica cabe mencionar aquí. La interpretación de la Biblia en la Iglesia , de 1993, y El pueblo judío y sus escrituras sagradas , que podéis encontrar en la siguiente WEB: http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/pcb_documents/rc_con_cfaith_doc_20020212_popolo-ebraico_sp.html.

Es una convicción personal que se ha ido afianzando cada vez con más fuerza desde los estudios realizados en América Latina y sobre todo cuando oí hace años el método que llevaba a cabo una animadora bíblica de Brasil. Decía ella, de nombre Raquel: “Leo constantemente dos libros del Antiguo y uno del Nuevo”. No me parece una fórmula indiferente, al contrario, es una buena fórmula, sobre todo para quien por nuestras latitudes cree – por comodidad, ignorancia o cobardía - poder “dispensar de golpe todo el Antiguo Testamento” quedándose, como dicen, con el Nuevo. Pon en práctica ese criterio de lectura señalado por Raquel y verás lo que eso significa para tu vida y espiritualidad y también para el ecumenismo.

6. UN CORAZÓN ECUMÉNICO
Pablo es un hombre de corazón ecuménico. Pablo es ecuménico de corazón: desde el corazón de la Escritura, desde el corazón del corazón de Cristo Jesús y desde el corazón de la misión sin fronteras entre todos los pueblos. En el camino del ecumenismo un talante, una mirada, una actitud así es de capital importancia:

• Misericordiosa y evangélica, llena de perdón y comprensión que lleva a buscar más lo que une que lo que nos divide (Juan XXIII).

• En camino y cuidar, como dice Pablo, de “no caer”, pues ese “tesoro lo llevamos en vasijas de barro” (2 Co 4,7). Somos “frágiles y débiles” (Don Ricardo Blanco).

• Involucrarnos: Un sentirnos Iglesia-fraterna que conjuga constantemente la primera persona singular, yo, con la primera plural, nosotros, en el perdón misericordioso e infinito del que nos revela el rostro de su Hijo amado (Gl 2,20; Lc 3,20-21).

• Caminar cada día animados por el Espíritu de Jesús que nos lleva a gritar-clamar-susurrar Abba-Padre. Un espíritu de hijos-hijas, no de esclavos, para vivir en el temor, sino en el Amor “¡universal!”, abierto a todos los pueblos y culturas, a lo que el Espíritu dice hoy a las Iglesias (Ap 2,7.11.17.29; 3,6.13.22).

¡DANOS, SEÑOR, UN CORAZON ECUMENICO GRANDE PARA AMAR Y FUERTE PARA LUCHAR!