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terça-feira, 10 de abril de 2012

EL SEÑOR HA RESUCITADO: ALELUYA, ALELUYA!

Cristianos, ofrezcamos al Cordero pascual
nuestro sacrificio de alabanza.
El Cordero ha redimido a las ovejas:
Cristo, el inocente,
reconcilió a los pecadores con el Padre.

La muerte y la vida se enfrentaron
en un duelo admirable:
el Rey de la vida estuvo muerto,
y ahora vive.
Dinos, María Magdalena,
¿qué viste en el camino?

He visto el sepulcro del Cristo viviente
y la gloria del Señor resucitado.
He visto a los ángeles,
testigos del milagro,
he visto el sudario y las vestiduras.

Ha resucitado Cristo, mi esperanza,
y precederá a los discípulos en Galilea.
Sabemos que Cristo resucitó realmente;
tú, Rey victorioso,
ten piedad de nosotros.

PASIÓN POR LA PALABRA, LA JUSTICIA Y LA TERNURA

Espiritualidad en clave de Justicia y Paz a la luz profética
de San Daniel Comboni


Cuando se da esperanza a los últimos
se confiere sentido a toda la realidad.

Rafael Aguirre

INTRODUCCIÓN

Reflexionar sobre la Justicia y la Paz1 es una necesidad2, un reto y una pasión. En el mundo globalizado en que vivimos, de miradas rápidas y de presencias omnipresentes e instantáneas tan fugaces como el relámpago, se hace necesario cuidar más que nunca las raíces, tener una mirada de largo alcance, situarnos en los miradores de la historia y contemplarla desde la Palabra fecunda de Dios para poder cantar y soñar “aunque sea de noche, porque el alba va a llegar”, como dice el poeta brasileño Thiago de Mello. Pasión por la Palabra, la Justicia y la Ternura quiere ser el horizonte y el océano por donde queremos navegar y aportar nuestro granito de arena, conscientes de que la causa de la Justicia y la Paz está lejos de suscitar o levantar pasiones o de conquistar a la mayoría de los vivientes.

El subtítulo Espiritualidad en clave de Justicia y Paz... indica el objeto, el motivo, el método y el campo del que vamos a tratar. No vamos a decir todo3 sobre la Espiritualidad: definición, problemática, actualidad, relevancia. En estas últimas décadas - sobre todo al final y al comienzo del milenio con el Jubileo del Año 2000 - la han puesto más que de sobra sobre el tapete de los acontecimientos como algo urgente y fundamental sobre lo cual es necesario volver siempre. El tiempo se nos quedaría corto para ver su origen y los avatares por los que ha navegado a través de los siglos: desde el olvido y la ausencia, hasta el nuevo planteamiento con sus dimensiones esenciales irrenunciables.

Somos, pues, conscientes de la complejidad del tema y de las diversas reacciones que provoca, incluso la misma palabra “espiritualidad” suscitaba hace algún tiempo sospechas o se pronunciaba en voz baja o se tenía vergüenza de usarla, aunque parece que hoy en día estamos en un nuevo contexto, como subraya claramente Bruno Secondin4:

“Una nueva revolución religiosa está teniendo lugar ante nuestros ojos, y no sabemos ni siquiera quién la provoca ni adónde se quiere llegar. Se sabe que la historia está llena de sorpresas: y este rápido cambio de dirección en pocas décadas lo confirma. Se están mezclando las cartas también en lo que respecta a la espiritualidad: o sea, el mundo de las realidades en que el Espíritu Santo trabaja para plasmar una fidelidad creativa a Cristo y para solicitar caminos de libertad y nueva fraternidad5. La misma palabra espiritualidad es pronunciada hoy con satisfacción y hasta con orgullo y, sin embargo, hace sólo algunos años nos daba vergüenza usarla porque aludía a un mundo poco serio y demasiado emotivo”.

Intentaremos, pues, indicar algunas pinceladas que pueden orientarnos a la hora de volver nuestra mirada sobre este campo de la Espiritualidad bíblica en su relación con la Justicia y la Paz o según el título que proponemos: Pasión por la Palabra, la Justicia y la Ternura. Acotaremos el asunto6 , bastante complejo por cierto y de gran relevancia, en tres partes, seguidas de algunas indicaciones bibliográficas, útiles para nuestro tema y para quien desee profundizarlo más:

I. ESPIRITUALIDAD BÍBLICA: PASION POR LA PALABRA,
II. PASION POR LA JUSTICIA Y LA TERNURA
III. A LA LUZ PROFETICA DE DANIEL COMBONI
IV. BIBLIOGRAFÍA


Notas:
1. La Justicia, la Paz y la Integridad de la Creación (JPIC) en su formulación más amplia es la que orienta nuestra reflexión aunque no podamos abordarla toda de un tirón al exigir nuevos y más profundos acercamientos.

2. Lo iremos mostrando a lo largo de la exposición, porque, hoy más que nunca es urgente y necesario asumir este reto en nuestra vida. Recordemos la lucidez de Bonhoeffer: "Nuestra iglesia que en estos años sólo ha luchado por su propia conservación como si ella misma fuese su propio fin se ha vuelto incapaz de llevar a los hombres y al mundo una palabra reconciliadora y redentora. Por eso, las palabras antiguas deberían callar, y nuestro ser cristiano habrá de consistir hoy en sólo dos cosas: orar y hacer justicia entre los hombres" (D. Bonhoeffer, Resistencia y sumisión, p. 182 ).

3. Presentamos este borrador, conscientes de que son algunas pinceladas sobre un argumento difícil, complejo y fascinante.

4. SECONDIN Bruno, Inquietud espiritual de nuestro tiempo. Búsquedas, tendencias y propuestas actuales, en FERNANDEZ Bonifacio - TORRES Fernando, Recrear nuestra espiritualidad. 30 Semana Nacional para Institutos de Vida Consagrada, Publicaciones Claretianas, Madrid, 2001, p.15.

5.Subrayado nuestro.

6. Lo presentamos por primera vez en el Encuentro Continental Europeo de Coordinadores Combonianos de Justicia y Paz, Lisboa 5-10 de mayo de 2004 y como Coordinador Europeo de Justicia y Paz en el Grupo Europeo de Reflexión Teológica (GERT) en Granada 27-30 de diciembre 2004.