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quarta-feira, 13 de abril de 2011

1. PRESENTACIÓN DE HISTORIAS PARA VIVIR

Historias para vivir es una propuesta formativa y espiritual con un subtítulo muy claro: Leer la Biblia desde la vida. El autor se llama Justino Martínez Pérez, misionero comboniano apasionado por la Palabra de Dios. Constata como Amós que hay hambre de oír la Palabra del Señor (8,11). Justino siente una gran pasión por la Palabra que nos revela a Dios y nos trae la vida. Cree en la fuerza liberadora de la Palabra de Dios. Justino quiere que la Biblia sea conocida, amada y vivida; por eso, en este libro, Justino nos corta a rebanadas, en pequeños temas, el pan de la Palabra de Dios. Ahora presentamos el libro en la edición original, ya que el curso pasado Justino nos regaló la edición catalana de su libro. Ahora también son muchos que quieren leer el libro en la lengua en que fue escrito y que nosotros fuimos saboreando capítulo a capítulo.

Sale en castellano unos meses después de la canonización de San Daniel Comboni, su Fundador, que le ha dado la perspectiva misionera y desde la vida como clave hermenéutica para leer la Palabra de Dios.

El autor nació en Tierra de Campos, en Villambrán de Cea (Palencia) y lleva ya cuatro largos años trabajando en Cataluña como misionero al servicio de la Palabra de Dios. Se ha inculturado entre nosotros aprendiendo nuestra lengua y con su talante abierto ha inflamado nuestro corazón con su estilo tan cautivador de explicar la Biblia desde la vida. Es miembro de la Asociación Bíblica de Cataluña, de la Asociación Bíblica Española, del Centro de Estudios Bíblicos(CEBI, Brasil), y profesor del Centro de Estudios Pastorales, donde colabora en el Departamento de animación bíblica de la Pastoral, y da clases también en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Barcelona y en el Centro Teológico Salesiano Martí-Codolar de Barcelona. En todos estos centros, Justino aporta su experiencia de misionero en América Latina durante diez largos años. Sí, allí, completó su sólida formación en la escuela de los niños y en la universidad de los pobres. Como en América, podremos encontrar a Justino en cualquier rincón de la vida contando historias bíblicas a toda clase de grupos y luchando por la justicia y la paz. Así lleva el Evangelio. En los zapatos de Justino hay polvo de muchos caminos de América: Chile, Perú, Santo Domingo, Buenos Aires, cien lugares del inmenso Brasil... Trabajó en la pastoral afro-americana y en los cursos bíblicos, en pequeños grupos, en grupos enormes e incluso por la radio.
Justino lleva grabado en su corazón el rostro de miles de niños con los que el payaso Pipoca (nombre artístico de Justino) se divertía, les enseñaba a soñar y a orar con Jesús. Las Comunidades Eclesiales de Base le llevaron a apostar por la lectura de la Biblia desde la vida, por el contacto con la gente, con muchedumbres de niños y niñas... Para tanto trabajo contaba con sus manos, un poema, el rostro de los niños y niñas, y la alegría en el corazón. Justificó a un sobrino suyo su retorno a América con este poema titulado Al partir:

Yo parto
para contar historias como Jesús,
que encantan a los niños y a los adultos.
Si quieres... ¡Ven!
Serás feliz.
Y mucho más... ¡harás felices a mil!


Para Justino, si perdemos el horizonte de la Vida no sirve amontonar citas, descubrir variantes y desempolvar códices. La Biblia nos ha transmitido "historias para vivir". Nos cuenta historias como Jesús para revelarnos la verdad de la historia... nos cuenta parábolas para que la vida no se nos escurra entre las manos. El tesoro de la Palabra que engendra Vida llena el corazón de Justino y nos inflama a los que trabajamos a su lado, con su obsesión de sacar de las aulas la Palabra de Dios y acercarla a la vida de cada día. Cuando la Palabra no habita en nosotros, como en el caso de los discípulos de Emaús, entramos en una situación de di-misión. Sólo cuando dejamos que el Señor nos haga descubrir la Palabra, nos arde el corazón, adquiere para nosotros sentido la Eucaristía y retornamos, hacemos el camino de "vuelta" a la comunidad reunida entorno a Jesús resucitado. Así pasamos de la di-misión a la misión. El libro de Justino tiene un enfoque vivencial: Cautiva y hace que la Palabra de Dios toque a las personas, les hable al corazón, les haga ponerse en camino. Tiene un horizonte misionero y hace soñar, despiertos. Una lectura personal y/o en grupo nos hará conectar los relatos bíblicos con la vida. Haciendo el camino de Emaús, redescubriremos nuestra llamada a ser servidores de la Palabra acompañados por Jesús. Con Él, nos convertiremos en Palabra y pan a lo largo de los caminos de nuestro mundo, crucificado por tanta injusticia y muerte, y donde, a pesar de todo, fermenta la esperanza del Reino de Dios. En este libro rezuma la pasión de Justino por la Palabra. Para él, explicar las Escrituras es dar esperanza por los caminos de la historia a los peregrinos de Emaús, es "despertar las semillas" que duermen en el corazón de todo ser humano, creado a imagen y semejanza del Dios vivo.

IGNASI RICART
Centro de Estudios Pastorales
de las diócesis catalanas

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